El presidente de Gobierno, en uno de los muchos foros a los que asiste -¿tiene tiempo para enterarse en todos ellos de lo que allí se dice y se hace?- defendió de hecho el bipartidismo español y se refirió con desprecio a ciertos partidos estrafalarios fuera de él. Habría que preguntarle si para él son estrafalarios los partidos confederalistas y, un sí no es, independentistas, llamados periféricos, con los que su partido ha pactado para retener o consegir el poder siempre que ha podido. Si es estrafalario un partido como IU, marxista-leninista, en estos tiempos. Si no lo son el PP y PSOE, que tienen un innumerable bagaje de corrupción cosechado en estos 30 años de monarquía parlamentaria, y todo un cortejo de militantes, de todas las graduaciones, haciendo cola ante los juzgados. ¡A ver si van a ser estrafalarios solamente UPyD y Ciutadans, que no hacen más que crecer y les van cantando las verdades del barquero a todos los demás partidos, que de una u otra manera, unos más y otros menos, han ido corrompiéndose -parcialmente, ya se sabe- en toda clase de poder!