Leo en el último libro, La fuerza de la razón, de Julián Marías, aquel intelectual español y católico de tomo y lomo, que tanta luz nos dio y tanto bien nos hizo: «La razón es divina, como nos recuerda Lope de Vega. Dios es Razón. Y la ha depositado en nosotros, aunque a veces se debilite debido a nuestra fragilidad. No perdamos la esperanza (…). Gracias a esa fuerza me encamino a Dios e imagino cerca, con ilusión, la vida perdurable».