Tras la muerte
del Maestro,
Sábado Santo
es Silencio.
El silencio es el lenguaje
del misterio
y se espesa en turbaciones
de culpa, dolor y miedo.
Las promesas no se ven
ni tienen voz los deseos.
El silencio de la muerte
es inapelable y terco.
Los teólogos lo llaman
el «descenso a los infiernos»,
mientras el pueblo organiza
la procesión… del Silencio.