El Urrobi

El río Urrobi -con la raíz vasca Ur (agua) en sus entrañas- es uno de los ríos más bellos de Navarra. Recoge las primeras aguas en tierras jacobeas, aledañas de Roncesvalles, y transita por terrenos calizos, arcillosos y silíceos, haciéndose, entre las hoces, foces y poches del valle de Arce, rápido, rabión y fragüín.

Arrastra con brío su herencia pluvionival desde el clima eocénico montano hasta el submediterráneo de Itoiz, donde rinde sus servicios al Irati.

Lo acompañan hayas, alisos, avellanos, fresnos, sauces mimbreños y chopos. Por él navegan sus aureos dones otoñales.

Con él y tras él nadan, saltan, corren, vuelan, viven… tritones del Pirineo; desmanes, turones, mirlos auáticos y martines pescadores.

No es río de muchos espejos, pero sí de muchos y vivaces reflejos.

Cuando no pasan coches por el carretil que aprovecha su cauce, se oyen los violines segundos, las violas y los violonchelos con sordina del Amdamte mosso de la sinfonía Pastoral, de Beethoven.