La peste de Atenas

Me impresiona fuertemente la vívida descripción que hace Tucídides de la peste muy contagiosa -¿un tifus?- que asoló Atenas el año 430 a.C.,en los primeros tiempos de la guerra entre atenienses y espartiatas, o, mejor, entre las dos confederaciones o ligas encabezadas por los dos Estados en la guerra llamada del Peloponeso. A la destrucción de incontables vidas humanas por la guerra y por la peste, al dolor, al desorden, a la desesperación, se unió, según el historiador, que también sufrió la epidemia, la inmoralidad general: «La gente se atrevía más fácilmente a acciones con las que antes se complacía ocultamente, puesto que veían el rápido giro de los cambios de fortuna de quienes eran ricos y morían súbitamente y de quienes antes no poseían nada y de repente se hacían con los bienes de aquéllos». Siendo la vida y las riquezas algo tan efimero, buscaban el provecho pronto y placentero. Nadie estaba dispuesto a sufrir penalidades por cualquier fin, por noble que fuera, pues temía perecer antes de alcanzarlo. Lo agradable se convirtió en lo noble y en lo útil. Ni el temor a los dioses ni ley alguna los detenía, porque veían que todo el mundo moría igualmente, y si alguien tenía alguna culpa que penar, nadie esperaba vivir ni siquiera hasta el día del juicio: «Pendía sobre sus cabezas –escribe el gran historiador, benevolente– una condena mucho más grave que ya había sido pronunciada, y antes de que les cayera encima era natural que disfrutaran un poco de la vida».- Mil veces ha ocurrido y sigue ocurriendo todo esto en la historia de la humanidad por causa de guerras, pestes, hambrunas, catástrofes naturales, emigraciones y destierros masivos… Pero ocurre también de modo parecido, no tan extremo, a menor escala social, y asimismo a escala grupal y personal. En cambio, lo que Tucídides y seguramente la mayoría de nosotros llegamos en cierta forma a comprender, dada la situación límite, es mucho más difícil ver y comprender (¿e intentar remediar?) en casos particulares y en situaciones socialmente no excepcionales. ¿Moral excepcional? ¿Moral coyuntural? ¿Moral situacional?