Voy a una charla de mi amigo Andrés Ortiz-Osés sobre Mitología vasca, dentro de un curso de verano que organiza el Ateneo Navarro en el salón de actos del Archivo General. Había leido ya su libro sobre el tema, he leido mucho a Barandiarán y mucho también sobre mitos y mitología: Mircea Eliade, Cencillo y muchos más.No me gusta de Andrés que compare tan alegremente mitologías y religiones, sin distinguir religión natural de religión histórica (revelada), lo que puede inducir a no pocos a mucha confusión. Pero lo que yo sigo cuestionando es que exista una mitología vasca específica, que no sea una variedad de la pirenáica, de la europea, de la universal. No encuentro elementos suficientes para tal especificidad. Basta leer la obra de Olivier de Marliave, Trésor de la mythologie pyrénéenne para darse cuenta de que a los dos lados de la cadena montañosa aparecen las mitologías de los orígenes (Mulat Barbe, Millaris, Pyrene), los mitos del sol, la luna y el fuego (Heuré, l´Espierrassatch, Piarres), las relaciones tormentosas con el Cielo (Cavaliés, Bacaïrols, Malebats), la tradición de los gigantes (Ulhart,Tartaro y Basa Jaun), fuentes y árboles santos, las piedras levantadas, el reino de los muertos, espíritus benignos y malignos, los seres encantados, serpientes y dragones… ¿Los vascones ocuparon todas las vertientes del Pirineo? ¿Por qué no aparecen en las zonas estudiadas por Barandiarán todos estos personajes? ¿Todo viene desde el neolítico? ¿O nos trajeron los celtas -otro pueblo con la mitología matriarcal, según Andrés- lo que se llama mitología vasca? ¿ Y para qué hablar de carnavales, solsticios y fiestas solsticiales, incluido el olentzero, si en todo el mundo es casi lo mismo? Soy muy escéptico en esto de atribuirse cada tribu, cada región, cada pueblo, cada país lo que es de todos desde hace miles de años.