Recibo el librito de poemas, de Manuel Laespada, La piel indefensa, II premio de poesía Ciudad de Pamplona que está pasando sin pena ni gloria. Por desgracia, son demasiados los libros de poesía monótona, abstracta, más o menos hermética, desvitalizada y desvitaminada que andan por ahí, si es que andan. Algunos de los poemas son bellos, al menos:
Venga, pues, a salvarnos ese poema
que es veraz como asir el arco iris,
algo así como el mar embravecido
atrapado en los cuadros,
que duele, nos asalta,
se nos sube su sal a la garganta,
aunque no exista.