Un anticlericalismo popular

 

El último libro (2013), sobre el anticlericalismo, del escritor e historiador catalán Andreu Navarra Ordoño es un libro curioso, muy irregular, ligero las más de las veces, perspicaz y certero en ocasiones, casi siempre montado sobre otros libros  más sustanciosos acerca de los temas de sus capítulos. Las breves conclusiones a que llega el autor no se corresponden con la variedad y complejidad de anticlericalismos que el autor recalca una y otra vez, y con razón, a lo largo de la obra. De todos modos, al resumir las causas del anticlericalismo popular, escribe: El que se ha venido a denominar anticlericalismo popular reproduce en sus actitudes la actitud tradicional de la Iglesia española, defensora del fuego y el anatema desenfrenado, profundamente violenta en sus manifestaciones rituales e ideológicas, y se fue originando a través de la Edad Media como un desquite insatisfecho que afloró de forma turbulenta durante los siglos XIX y XX, porque no ha había podido hacerlo antes, durante la Edad Moderna, debido a la Inquisición. Otra cosa ocurrió en Holanda, Alemania e Inglaterra, donde esa furia se desató a partir de la Reforma protestante, con un alto grado de iconoclastia y antirritualismo. Podríamos añadir otros varios Países. El protestantismo español tiuvo que desarrollarse, en cambio, fuera de nuestras fronteras, y ya en el siglo XIX presentó el aspecto de una reforma más o menos encubierta en las iniciativas culturales de hombres como Leopoldo Alas, Giner de los Ríos o Miguel de Unamuno.- Después de publicar un libro introductorio sobre el anticlericalismo-antieclesialismo en los dos últimos siglos, voy publicando en la revista Lumen, y a guisa también de introducción, una serie, que va para largo, de trabajos sobre el anticlericalosmo-antieclesialismo desde el siglo I de nuestra era hasta el tiempo de Carlos III, para buscar algunos de los orígenes de esa trágica explosión en los siglos XIX y XX. Y tengo que coincidir, hasta ahora al menos, y en buena parte, con el juicio severo de Navarra Ordoño, teniendo sobre todo en cuenta la actitud-actuación de la Iglesia, desde que fue poder, con los paganos, herejes, cismáticos, judíos, musulmanes, moriscos…, siguiendo actitudes y actuaciones anteriores del Imperio Romano de Occidente y Oriente y, posteriormente, coincidiendo con las de los soberanos visigodos, y sufriendo o tolerando las de ciertos visires, emires, califas y guerreros musulmanes durante su dominio en Hispania. Una aleccionadora historia.