Desde 1857, fecha de su creación por la reina Isabel II, la catedrática de Ética de la Universidad de Valencia, Adela Cortina, es la primera mujer en ocupar una plaza en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Cortina es una figura señera en el panorama de la filosodía moral de nuestro tiempo, en España y fuera de España. Una excelencia en la reflexión sobre la ética cívica, sobre la ética de mínimos y máximos. Muchos hemos seguido durante los últimos años su fértil magisterio en libros, congresos, artículos de revistas y diarios, conferencias, entrevistas, etc., siempre rigurosa, cercana, cordial, abierta, crítica y autocrítica, servicial. Defensora y pedagoga de la ética de la razón cordial, en su discurso de ingreso, el pasado día 2, dijo, como de costumbre, hermosas y sabias palabras sobre la justicia y la injusticia: Sin una ética de la justicia compasiva, es difícil que la moral, la economía, la política y el derecho alcancen su quicio y su vital eficacia.