En Leire más regio que nunca

(Durante estos seis ùltimos días se me desvencijó el equipo anterior y he tenido que comprar uno nuevo. Añado ahora las entradas acumuladas y retrasadas, correpoondientes a esas fechas).

Hoy, en Leire, invitado como amigo del P. Jesús Morras, premio Príncipe de Viana, he vivido una jornada memorable. El cierzo recio, destemplado y húmedo, que despeinaba las hayas recién verdecidas y dejaba impasibles los robles avezados, contrastaba con la plácida azulidad de nuestro mar del Pirineo. Y, aunque nos obligó a refugiarnos en la iglesia abacial, no pudo deslucir la celebración de la unión del reino de Navarra con el de Castilla y luego España, nada menos que con la presencia del nuevo rey Felipe VI-Felipe VIII, ni el triunfo de la cultura en la persona y en la obra del humilde capuchino Tarsicio de Azcona, biógrafo de Isabel I de Castilla y autor de numerosos trabajos históricos. El templo románico-gótico. Los discursos bien ajustados y actuales. La música del Orfeón pamplonés. El concierto de órgano inaugurado para la ocasión. La alegría de los invitados. La conciencia de vivir una acontecimiento limpio,luminoso, original y fraterno. Todo justo y memorable.