Alderdi Eguna

Josu Jon Imaz San Miguel, presidente todavía del EAJ-PNV, ha sido hoy fiel al mensaje esencial que ha venido defendiendo en estos últimos tiempos: el principio de tranversalidad en la política vasca, como garantía de estabilidad y de fortaleza, y su concreción en el pacto con los diferentes, con los no-nacionalistas en Euskadi y con el Gobierno español, para hacer viable el futuro del País. Y lo ha dicho de una manera fresca y contundente, empleando metáforas accesibles y coloristas. Contundente ha sido con ANV(HB-ETA), a los que ha llamado, una vez  más, fascistas. Y ni una palabra sobre la doble consulta de su compañero Ibarretxe, que le había antecedido en la tribuna popular, erre que erre. Por si la audacia insólita no era bastante, se ha permitido el lujo de criticar el calificativo de michelines, propinado sañudamente por su antecesor Arzallus en 1999 a los críticos con la dirección peneuvista (hoy fuera del partido, como Guevara o Arregui). Valiente Imaz. Le respalda toda una larga tradición en su movimiento político, que le ha dado muchos más días de éxitos que la opuesta, que siempre, desde los tiempos del fundador, le ha llevado al fracaso y a la derrota. Esperemos que en el próximo futuro Ibarretxe aprenda esa lección antes de sufrirla en sus propias carnes empecinadas. Lo peor del Alderdi Eguna es que la fervorosa militancia jeltzale ha aplaudido más al lehendakari que al presidente. Suele ser más fácil aplaudir al poder que continúa que a la dignidad que se va.