Almadías

 

         Estas almadías que surcan el Esca en la vieja presa almadiera de Burgui son ya un recuerdo colectivo y festivo de lo que un día fueron en los Valles navarros de Salazar y Roncal y en otros parajes españoles y europeos.

Los almadieros roncaleses y salacencos iniciaban la faena en los ataderos, playas fluviales a las que llevaban los troncos tras el desembosque y el barranqueo por medio de caballerías. Allí ahogaban madera, colocando los postes unos junto a otro en plataformas de 10 a 15 troncos, a fin de construir cada tramo.

Pinos y abetos eran la mercancía más frecuente, y pinos y hayas mezclados. La época almadiera estaba limitada por el nivel de las aguas: desde comienzos de diciembre hasta el día de San Pedro. El punto de envío más habitual  era Zaragoza,  y a veces Tortosa. Muchos jóvenes se ofrecían para la penosa aventura y trabajaban frecuentemente a destajo.

Las carreteras y, sobre todo, los camiones acabaron con ellas un día de 1951.

Bajan hoy, entre aplausos del numeroso público curioso, las balsas folklóricas de docenes, catorcenes y aguilones, convertidas en muestra deportiva tradicional, desaparecida ya la tradición de la necesidad y de la carencia.