Si, hace ya mucho tiempo, pasó la moda de que los últimos fascistas , para legitimarse a sí mismos, jugaran al anticomunismo, ha llegado ya la hora de que los últimos comunistas, para seguir igualmente legitimándose a sí mismos, dejen de jugar al antifascismo. Los seudo movimientos anti son los residuos que quedan, cuando ya han desaparecido los reales movimientos.