Arte, profecía y belleza (III)

 

Todo ello frente a otro tipos de bellezas, que las modas traen y llevan, inhumanas y crueles:

En eso estáis llamados a apartaros del poder sugestivo de esa presunta belleza artificial y superficial, hoy tan difundida y frecuentemente cómplice de los mecanismos económicos que generan desigualdades (…) Vosotros  os mantenéis lejos de esa belleza. Vuestro arte quiere actuar como conciencia crítica de la sociedad, levantando el velo de la obviedad. Queréis mostrar lo que hace pensar, lo que nos mantiene vigilantes, lo que desvela la realidad incluso en sus contradicciones, en sus aspectos que es más cómodo o conveniente mantener escondidos. Como los profetas bíblicos, os ponéis frente a cosas que a veces fastidian, criticando los falsos mitos de hoy, los nuevos ídolos, los discursos banales, las trampas del consumo, las astucias del poder.

En otro momento del discurso, seguido con extraordinaria atención por todos los presentes, les recomendó que fueran como

centinelas del auténtico sentido religioso, a veces banalizado o comercializado. En este ser videntes, centinelas, conciencias críticas, os siento como aliados en tantas cosas que me preocupan, como la defensa de la vida humana, la justicia social, los últimos, el cuidado de la casa común, el sentirnos todos hermanos. Me preocupa la humanidad de la humanidad, la dimensión humana de la humanidad. Porque es también la pasón de Dios.