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Lunes de Pentecostés

 

 Veni, Sancte Spiritus,
 et emite coelitus…

                                    El Espíritu
                                                                 es fuego:

                          Ven 
     ´                                                     y enciéndenos.

 

                                    El Espíritu
                                                                  es  viento:
                           Ven 
                                                            y  remuévenos.

 

El aborto no puede ser un derecho fundamental

 

                            Aunque la Asamblea francesa lo blinde en la Constitución; aunque el Parlamento Europeo -¡quién lo iba a decir!- apruebe por mayoría añadirlo a su catálogo de derechos fundamentales, el aborto no puede ser nunca un derecho fundamental. Porque el derecho a la vida es es el pilar que fundamenta los demás derechos del hombre, especialmente el derecho a la vida de los más vulnerables.  Matar un ser vivo, destruir un nasciturus, una persona in fieri, no puede ser nunca un derecho fundamental. Porque no funda nada; no es un fundamento, sino antifundamento; carece, en todo caso, de  fundamento; no se funda en nada, a no ser en la nada.

Espero que nunca se logre unanimidad en este despropósito. Pero ¿puede alguien imponer hoy una opción ideológica sobre la persona humana, la sexualidad, el género, el matrimonio y la familia?       

La Agencia 2030 (y IV)

 

               Por fortuna,  la parte más viva y resuelta de la Iglesia en España no ve a la Agencia 20-30 como una trampa al servicio del globalismo, ni como un instrumento para un nuevo orden mundial donde impere la ideología de género. Ni, a primera vista, con recelo, o, peor, con desprecio.

Desde Caritas Española, la jurista Sonia Olea  la ve como un medio que los Estados se han dado para hacer realidad el sueño de unos derechos humanos para todas as personas y en función de políticas públicas revisables, y ve evidente que nadie puede quedarse fuera. Es, según su opinión, poner en el centro lo que importa: el derecho al agua, a la soberanía alimentaria o a la vivienda adecuada, así como la conciencia del trabajo decente de la salud mental o de la emergencia climática.

Inmaculada Mercado, directora de la Proclade Bética, ONG de los claretianos, que pertenece a la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario (REDES), que suman 55, se remite al discurso del papa Francisco ante la Asamblea de la ONU y a la Doctrina Social de la Iglesia, y achaca a un sistema patriarcal ancestral utilizar las referencias a la ideología de género como coartada para desacreditar las luchas por la igualdad que protagonizan las mujeres en todo el mundo, y que ponen en cuestión un sistema de dominación que pretende mantenerse .

Marco Gordillo, miembro dela plataforma Enlázate por la Justicia (que engloba a Caritas, Cedis, CONFER, Justicia y paz, Manos Unidas y REDES) recalca que la Agenda es el consenso de la comunidad internacional para garantizar una vida digna para todos, y que por primea vez , tenemos una Agenda en la que abordar simultáneamente las cuestiones sociales con las económicas y las ambientales, a la vez que no puede menos que hacer una lógica referencia a la encíclica Laudato si.

Lo cierto es que en numerosos colegios, muchas diócesis, muchos centros de Caritas en toda España se han organizado cursos, cursillos, talleres, certámenes… sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En fin, Ricardo Loy, secretario general de Manos Unidas, no entiende la oposición frontal de algunos sectores a una declaración de intenciones y a un programa que necesita de medidas concretas para su implementación y que desde 2015 ha  tenido pocas consecuencias prácticas. Y termina diciendo: Sólo, cuando asumamos que la suerte de la humanidad depende de nuestro compromiso con el dolor que sufren nuestros hermanos, será posible transformar este mundo. Y desde una perspectiva católica, la llamada del Evangelio para con la suerte de los más débiles es señal para seguir compartiendo y apoyando cualquier proyecto cuyo objetivo sea que todos consigamos una vida buena.

La Agencia 2030 (III)

 

                Hasta la fecha, la Conferencia Episcopal Española no se ha pronunciado, en cuanto tal,  de forma explícita, acerca de la Agencia. A título personal, su secretario César García Magán  manifestó que es muy amplia y plural, y algunas iniciativas de las que el Papa ha hablado, como el Pacto EducatIvo Global, son asumibles, como también todo lo que implica dimensión de cuidado de la naturaleza, en la que Francisco es pionero y ha abierto un capítulo nuevo dentro de la Doctrina Social de la Iglesia. Lo que no es mucho decir.

Pero, por otra parte, contra arguye Magán, está ese peligro del fenómeno de la globalización; un fenómeno ambivalente porque tiene cosas positivas. Estamos ciertamente en la aldea global, y una de sus características, uno de sus elementos, es la globalización de la información. Lo que no es decir mucho más. Por su parte, el hoy presidente de la Conferencia, Luis Argüello, en un caso concreto, se expresó recelosamente sobre la Agencia, en las redes sociales, hace dos años, cuando era secretario de aquella.

La Conferencia Española de Religiosos (CONFER), sin hacer una declaración explícita, ha organizado talleres y cursos de buenas prácticas impulsadas por algunas Congregaciones, en orden a conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Desde Escuelas Católicas, su presidente Pedro Huertas, trinitario, declaró que, aunque la Agencia tenga elementos que pueden ir contra la doctrina, cuenta con otros aspectos de fondo que han defendido el Papa y la Santa Sede y que forman parte de la propuesta del Evangelio. (…) No entiendo que podamos estar en contra de aquellos ODS que buscan dignificar al otro, luchar contra la pobreza… (…) Decir del Pacto Educativo Global que la actual asignatura de Religión es «un caballo de Troya para colar la Agenda 2030» no tiene sentido.

La Agenda 2030 (II)

 

          El año 2016, la Santa Sede reafirmó el respaldo a la Agencia y explicó su posición sobre el respeto a la vida, la centralidad de la persona, la promoción de las mujeres y de los varones, los derechos y deberes de la familia, la libertad de la religión o el desarrollo humano e integral.

Por ejemplo, al abordar la centralidad de la persona humana, como sujeto responsable del desarrollo, remarca que la sexualidad debe ser vivida de acuerdo con la dignidad de cada persona, que no tiene derechos sexuales individuales, ya que una relación sexual requiere el pleno derecho de la dignidad y la libertad de cada persona que forma la pareja. Explícitamente, el texto vaticano reivindica que las mujeres deben ser promovidas y contar con los medios para realizar su dignidad inherente como mujeres y protegerse de la violencia psicológica y física a través de todas las forma de aborto, incluido el feticidio femenino y el infanticidio femenino.

Al abordar el acceso a una atención médica básica, la Santa Sede insiste en que han de primar los derechos de los más vulnerables, los no nacidos, los enfermos y los discapacitados durante todas las etapas del desarrollo dela vida de la persona.

Con respecto a la salud reproductiva, de la que se habla en las metas de la ONU , la Santa Sede aprecia que este concepto y otros similares no corresponden a un concepto holístico de salud  y rechaza la subrogación materna y la esterilización. Tampoco puede respaldar métodos de planificación familiar que separen fundamentalmente las dimensiones esenciales de la sexualidad, es decir,  los elementos unitivos y procreativos del acto conyugal entre un esposo y una esposa. 

Con la misma contundencia enfatiza que cualquier referencia a género, igualdad de género y empoderamiento de mujeres y niñas se entiende según el uso común y basándose en el criterio biológico. En ese punto se recuerda que el papa Francisco, siguiendo los pasos de sus predecesores, ha hablado con frecuencia sobre los peligros de la ideología de género que niega la relevancia del sexo biológico, masculino y femenino, al opinar que existe una gran cantidad de de géneros basados en las percepciones subjetivas de cada uno.  Prefiere, en fin, el Vaticano el término promoción a empoderamiento, que denota poder más que servicio.

Castros de Carcastillo y Mélida (II)

 

           Por el portillo del saxo o raso bajamos hasta el pueblo, lo atravesamos hasta una de sus últimas calles hacia el norte, y luego tomamos la dirección de Larrate de donde venimos. El camino bordea la pendiente del saxo, entre los pinos y una abundante vegetación primaveral, por un lado, y las tierras aluviales de regadío por otro. En los bordes de una extensa finca han plantado una larga hilada de nogales, a los que siguen unos olivos. LLegamos a la orilla del Aragón, donde hace unos años, en otra excursión de primavera, nos sorprendimos viendo unos cuantos nidos voluminosos de oropéndola, colgados de las ramas de los álamos como si fueran regalos del árbol de Navidad; lo que nos dejó suspensos y encantados. Repetimos la experiencia en años siguientes, pero el prodigio no se repitió. Tampoco este año.

Un letrero nos anuncia que en el término llamado El Congosto o El Estrecho hay peligro de derrumbe de tierras. En otras ocasiones o no hemos podido pasar en coche o hemos tenido alguna dificultad por el desprendimiento de tierra y de piedras. Hoy el paso está expedito y el lugar más limpio. En En esta zona sitúa Javier Armendáriz el castro denominado El Congosto, de 4.500 metros cuadrados, con foso y muralla de bloques de piedra careada, donde encontró cerámicas manufacturadas y sobre todo celtibéricas, además de molinos de mano. Un aficionado local se había adelantado y había exhumado los muros de algunas casas.

Nosotros no sabemos encontrarlo, a no ser que el pinar espeso actual haya acabado con él.

Seguimos adelante hasta el lugar idílico de la presa, un lugar que ya he descrito otras veces y que conocemos bien, hoy verde y frondoso como nunca. Hay varios grupos y varias familias en los diferentes espacios. De algunos de los viejos y gigantescos álamos no queda más que parte del tronco podrido por los años. El río baja manso y ancho, de pronto salta y estalla en una gran carcajada fluvial, y su estruendo suena a los grandes tiempos de creación cósmica. Dos paisanos andan pescando cangrejos con reteles, donde meten alitas de pollo como cebo; los cangrejos los huelen pronto y se afanan por devorarlas quedando cautivos de su gula. Subimos la escalerilla que nos lleva sobre el pando por una senda muy ensuciada, y soñamos con el mar, El remanso  es todo luz y nostalgia. La cascada: toda luz y sonido.

Seguimos a la busca del segundo castro llamado La Encisa, en un supuesto cerro testigo de un bancal de arenisca, de superficie similar al anterior, entre los barrancos La Encisa y el Espartal. Vivo entre el Hierro Antiguo y el Final, prosiguió en tiempos romanos, cuando probablemente fue, en el sotomonte, un vicus o  una mansio  junto a la calzada entre Cinco Villas y la ciudad romana de Cara; llegó a albergar una granja de los monjes cistercienses de la Oliva a mediados del XII y se  despobló dos siglos más tarde. En su espacio se descubrieron cerámicas y molinos. Teniendo como pista el que el sector romano esté seccionado por una acequia, nos acercamos a dos figuras orográficas que se acomodan a esta descripción, pero no encontramos más que dos cerros cerrados de encinas, chaparros y maleza, imposibles de atravesar.

A la vuelta, el río nos deja ver en varios momentos su piel verdeazulada transfigurada por el penúltimo sol de la tarde. Y, una tarde más, la fiesta del ocaso  sobre la sierra de la Demanda, hoy representada por nubes rubiales, blondas, jaldes, gualdas y azafranadas, nos entretiene y nos encandila casi hasta llegar a Pamplona. 

 

Un resultado circunstancialmente positivo

 

                          Sean cuales sean las posibles combinaciones políticas para formar un próximo  Gobierno estable en Cataluña, los resultados de las elecciones, y pese a la grande abstención, me parecen positivos desde el punto de vista de un español constitucionalista y catalanista a la vez, como es mi caso y el de muchos otros.

A la  hora de las grandes opciones, hay que dejar a un lado otras preferencias más personales o partidistas. Y, aunque la falta de entendimiento entre los partidos lleve a los electores catalanes a unas nuevas elecciones, lo que sería toda una marca electoral en estos últimos diez años, sigo afirmando que este es un resultado circunstancialmente positivo.

La Ascensión de Jesús al cielo

 

(Lc 24, 50-53; Hch 1, 9-11)

Lucas presenta a Jesús
como un sumo sacerdote mesiánico
que, al modo de Aarón y Simón, hijo de Onías,
bendice a sus discípulos, cerca de Betania,
cuando está a punto de ser llevado al cielo.
La bendición asegura y garantiza

el favor de Dios misericorde.

Según la teología,
simbólica y literaria de Lucas,
la ascensión es el punto de llegada de Jesús de Nazaret,
fiel representante del Pueblo elegido.
Con la metáfora bíblica
de la ascensión a los cielos,
con la que Dios acredita a su Hijo
-por encima de la vieja leyenda romana
que exaltaba hasta el cielo a cada emperador-,
culmina la metáfora pascual de los cuarenta días
tras la Resurrección de entre los muertos,
y toda su vida terrenal.

Una nube teofánica le oculta de los ojos de los suyos
y dos ángeles blancos los consuelan
con el anuncio de la inminente parusía.

Ellos vuelven con gozo a Jerusalén
y siguen en el Templo dando gracias a Dios,
antes de partir a predicar el Reino
por todo el mundo.

Castros de Carcastillo y Mélida (I)

 

                          Ha salido este sábado de mayo tan bello y puro como cuando se cantaban en nuestros pueblos Con flores a María, las tardes en la  iglesia, que eran días en que parecía que el mal había desaparecido de la tierra.

Los embalses navarros siguen con más del 90 por ciento de su capacidad y una primavera radiante, que parece pintada por Archimboldo, lo llena todo, lo reverdece todo, lo sublima todo. Las retamas han comenzado ya a encenderse y contienden con las aliagas en fulgor y resplandor. En los muy variados campos de labor, todos los cebadales y casi todos los trigales han granado ya y están las espigas altas, firmes, erectas y esbeltas, como si todas obedecieran a la misma orden del señor solar.

Vamos a Carcastillo por Cáseda, y por la carretera de Aibar nos alegran la vista colecciones enteras de azulitas, linos azules y margaritas. Acacias y saúcos nos saludan también con los pañuelitos de sus flores olorosas mecidos por el cierzo.

Quedamos a almorzar junto al monasterio de San Zoilo. El parque que hace años se abrió bajo el templo gótico está desconocido. es un pequeño jardín inglés junto al arroyo, con cipreses, acacias, arces y almeces que hacen juego bajo con los altos chopos que custodian el santuario, con una caseta de parrillas comunales para los días de romería o de celebración y unos cómodos bancos esparcidos por todo el espacio. Las viejas casas que circundan la iglesia están más limpias que nunca. En sus paredes nos anuncian las variadas actividades que se llevan a cabo en el lugar, entre otras, el mirador de estrellas, muy cercano al parque. Los personajes góticos que salvaron su pellejo en el tímpano de la portada abocinada de San Zoilo  siguen dándonos ejemplo de constancia y finura en el oficio.

Siguiendo por la tranquila y siempre nueva ruta hacia Carcastillo, nos damos de bruces con los cipreses y las palmeras del pueblo de colonización de san Isidro del Pinar, cercado de rosales, y damos una vuelta por sus bien contadas calles, con su casitas bajas y bien ordenadas, con ese aire campesino, sencillo y de santoral, que ya es raro encontrar en lugares y villas de abolengo.

Al llegar al raso o saxo de Carcastillo, vemos por vez primera el color ceriondo (de  Ceres, diosa de los cereales) del extenso cebadal, que tenemos a nuestra izquierda. Y nos detenemos en el pinar frente al mirador de Larrate sobre la vega del río Aragón. Aunque un tanto maltratado -arrancado el panel, rotos algunos troncos del barandal de madera- la vista  esplendente del Valle del Aragón no nos la estropea ni nos la rompe nadie, ni la del regadío cuadriculado de la villa, con algunas fincas baldías, ni la del curso ondulante y espejador del río pirenaico, al que vemos romperse en la presa de Larrate. Y allí, sobre uno de  los bancos de ladrillo con  azulejos formando un mosaico, nos sentamos para yantar. Un lugar que no envidia ningún tipo de manteles.