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La Agenda 2030 (I)

 

            La Agenda 2030, denominación coloquial de la Agenda sobre el Desarrollo Sostenible, sellada en la Asamblea General de la ONU, septiembre de 2015, fue un acuerdo multilateral que involucró a los 193 Estados miembros, en orden a conseguir, en un plazo de 15 años, 17 objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que se encarnan en 19 metas específicas. La Cumbre del Desarrollo Sostenible se inició con el discurso del papa Francisco, el 25 de septiembre de ese año, en el que afirmó que la Agenda es una importante señal de esperanza.

Esta hoja de ruta es herencia directa de los Objetivos del Milenio. Fijados en el año 2000 por los países miembros en el seno de la ONU, debían haber culminado en 2015. Al no cumplirse, se amplió el plazo  en otros 15 años más.

La Agenda se presenta con propósitos tales como: poner fin a la pobreza, alcanzar la soberanía alimentaria con la erradicación del hambre, lograr la vivienda adecuada, defender la igualdad de género, apoyar el trabajo decente, apostar por un modelo de producción  y consumo que apoye la justicia climática, o conseguir un acceso real a la educación y a la sanidad.

La primera y principal finalidad de la Agencia es obtener el consenso de la comunidad internacional para garantizar una vida digna para todos en un mundo cada vez más rico, pero en el que las desigualdades entre y dentro de los países son cada vez más grandes.

El desarrollo sostenible de la definición busca un modelo que sea, simultáneamente y para todos, económicamente viable, socialmente justo y ecológicamente  duradero.

 

 

Últimos aforismos

 

Los políticos representan: no mienten.

 

Si la vida fuera, como la definió Samuel Beckett, un caos entre dos silencios, no la apreciáramos tanto.

 

Dígame alguien: ¿qué desacierto es hacer un pan como unas tortas?

 

El patriotismo de partido deja partido al patriotismo.

 

 

 

 

 

 

El silencio y el habla en la tradición benedictina (y II)

 

  No seas ni quejumbroso ni maldiciente.

Regla de San Benito

 

Abstente de conversaciones maliciosas o depravadas, no te aficiones al mucho hablar, no hables sin pensar ni de una forma que provoque risa, y no gustes de reír excesiva o estrepitosamente.

Regla de San Benito

 

Esto desde luego es sabiduría: uno vive bien si sus acciones preceden a sus palabras.

Vida de Wulfstan

 

Vamos a dar cuentas a Dios, no solo por nuestras palabras ociosas, sino también por  nuestro silencio irreflexivo.

Juan Tritemio, La Regla

 

El humor y la risa no son necesariamente lo mismo. El humor nos permite ver la vida desde una perspectiva nueva y benévola. Gracias al buen humor aprendemos a tomarnos menos en serio. El humor nos da fuerzas para soportar lo que no podemos cambiar, y nos permite ver lo humano tras lo pomposo.

Sor Joan Chittister, La regla de San Benito

 

 

El silencio y el habla en la tradición benedictina (I)

 

                      Escucha es la primera palabra de la Regla de San Benito. La vida monástica es un entrenamiento en el arte de escuchar, que empieza por el silencio, se desarrolla con la atención y se perfecciona con la comunicación. En el capítulo 4º san Benito insta a los monjes a no hablar en exceso, a no tener conversaciones maliciosas o tontas, y a no reír a carcajada tendida, sin ton ni son.

El silencio, al que he dedicado mucho espacio en este Cuaderno, es un recurso menguante en el mundo contemporáneo. El ruido es muchas veces necesario e inherente al progreso científico y técnico, pero otras veces un medio para huir del silencio o para no escuchar nuestra voz interior.

El silencio puede ser pleno y consciente, o un medio de comunicación sin interferencias.

San Benito insistía en que los monjes se escucharan unos a otros. Todos al abad, que ocupa el lugar de Cristo; los mayores a los jóvenes, porque Dios  les revela a menudo el mejor camino, y todos a todos.

El habla debe surgir de la humildad y estar al servicio de la verdad, y todos deberíamos tener a una persona a quien podamos ser  plenamente sinceros sobre nosotros mismos.

Si el uso más elevado del lenguaje es la alabanza a Dios, enseñar a los demás no puede andarle muy a la zaga. La tradición monástica hace hincapié en el deber del superior de enseñar tanto con la palabra como con el ejemplo.

 

¿Quién depreda sexualmente en España?

 

                     El Consejo de Ministros y Ministras de España aprobó el 23 de abril de 2024 un plan de prevención y reparación integral para las víctimas de la iglesia, que contempla, entre otras medidas, indemnizaciones a través de un organismo independiente configurado por expertos de distintas áreas para los casos prescritos o que no hayan podido probarse ante la justicia.

¿Solo para las víctimas de la Iglesia?

El plan de la Moncloa, que se implantaría de aquí a 2027, término de la Legislatura, contempla también un acto público con las víctimas y sus familiares, así como la ampliación  hasta los 35 años de la prescripción de la responsabilidad civil y, en algunos casos, eliminarla. Se añaden otras medidas, como el refuerzo de las labores de supervisión de las inspecciones educativas  y la formación de coordinadores de bienestar, o la creación de salas amigables en los juzgados para evitar en los juzgados el contacto de las víctimas con sus agresores. A la par, se garantiza la asistencia jurídica gratuita a este colectivo.

¿Solo para las víctimas de la Iglesia?

Mientras la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), antes de establecer un juicio sobre los planes del Gobierno, subrayaba que  los estudiará detalladamente, la Conferencia Episcopal Española, más avezada a las tretas de los Gobiernos, respondía de inmediato: que el texto gubernamental parte de un juicio condenatorio de toda la Iglesia, realizado sin ningún tipo de garantía jurídica, señalamiento público y discriminación  por parte del Estado. (…) La Iglesia no puede aceptar un plan que discrimina a la mayoría de las víctimas de abusos sexuales (…) No se pueden plantear unas medidas de reparación que, siguiendo el informe del Defensor del Pueblo, dejaría fuera a nueve de cada diez víctimas.

¿A quién teme el Gobierno cuando oculta a nueve de cada diez depredadores sexuales en España? A sus funcionarios públicos, los profesores de colegios públicos, institutos y universidades? ¿A los responsables, técnicos, preparadores, entrenadores… de equipos deportivos e instalaciones deportivas? ¿A sus propios políticos, algunos de los cuales han sido ya condenados por delitos de índole sexual? ¿A muchos de sus amigos, votantes, clientes…, ya que la gran mayoría de depredaciones sexuales se dan en las casas, viviendas y centros familiares y parentales de recreación?

¿Quién depreda sexualmente en España?

El clamor indígena en la ONU

 

                        Hace solo dos semanas, en el marco del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas (UNPFII), celebrado en Nueva York, la voz de las comunidades aborígenes de mundo resonó con fuerza para denunciar el genocidio que están sufriendo por cuenta del extractivismo. Parece que en España no se haya enterado nadie.

Latinoamérica estuvo representada en la cumbre de la ONU por la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM), que luchan por el derecho de los pueblos originaros a vivir con dignidad y paz. Estuvieron también presentes el Consejo Indigenista Misionero (CIMI) y el Programa Universitario Amazónico (PUAM).

Laura Vicuña, religiosa de pueblo kariri de Brasil y vicepresidente de la REPAM, denunció el genocidio inminente por la invasión de los madereros, mineros y pescadores. Panamá lidera la lucha antiminera en el continente. Enit Sánchez, otro indígena panameño, destacó que los pueblos indígenas de su país, arraigados en una historia de defensa de los recursos naturales, se enfrentan a desafíos cada vez más apremiantes. Y pidió el auxilio de la comunidad internacional:

 Han sacado a los indígenas de sus territorios ancestrales hacia áreas remotas y muchas veces inhóspitas (…) por la búsqueda de recursos naturales valiosos, como el oro y el cobre, y que ha generado graves preocupaciones entre los pueblos aborígenes sobre e impacto en sus vidas y culturas.

Pero estas voces agónicas apenas se oyen en el mundo.

Homenaje a Andrés Ortiz-Osés

            Un amigo, discípulo fervoroso de aquel gran hombre. que fue Andrés Ortiz-Osés, a quien tuve la suerte de conocer, tratar y leer, me envía un racimo de aforismos, uno de los géneros en que fue un maestro. Educado en Comillas, Roma e Innsbruck, profesor en Zaragoza, Salamanca y sobre todo en Deusto, fue, como le define uno de sus discípulos, Patxi Lanceros, una fuerza de la naturaleza, todo un creador, animador, pedagogo. Fundador en España de la hermenéutica simbólica, filósofo, ensayista, escritor, aforista…, Autor de una treintena de libros deslumbrantes. Profesor queridísimo de sus alumnos. De todo esto que digo se reirá él en el cielo de Dios, porque era un pequeño ángel o diablo del humor, que es más completo que la humildad, o es la humildad todo terreno.

He aquí algunas muestras de su sabiduría:

 

El hombre es un animal eximio: ex simio.

Vida: lo que les pasa a los muertos. Muerte: lo que les pasa a los vivos.

Amor: gran festín, que nos deja más hambrientos.

Felicidad: palabra dicha con facilidad. Falicidad:  palabra dicha con felicidad.

Maestro: el que enseña lo escondido. Discípulo, el que esconde lo enseñado.

Revolución: evolución con revólver.

Sirviente: el que sirve porque no sirve.

Boina: funda mental a menudo fundamentalista.

Sexo: fricción sin ficción. Amor platónico: ficción sin fricción.

Loco: ido. Cuerdo: vuelto.

Japonés: nikita nipón.

Armas de destrucción masiva: armas de destrucción más IVA.

Antes los alumnos eran marxianos: Ahora son marcianos. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aquella Navarra y esta

            No he leído  -no hay tiempo para todo- los tres libros que mi estimado Luis Ordoki Urdazi, secretario general de la Cámara de Comptos de Navarra durante 33 años, desde que yo era presidente del Parlamento, ha escrito sobre Navarra. Espero leerlos algún día. Pero me ha interesado mucho la entrevista que Eva Fernández le hace en Diario de Navarra tras la publicación del tercero de esos libros: Navarra; reflexiones sobre su identidad y futuro.

Ordoqui habla en cierto momento de las dos almas básicas en materia identitaria, la navarra y la vasquista, y, si la primera pone el acento en Navarra como Comunidad Foral diferenciada, la heredera de Vasconia pone el acento en sus señas de identidad vascona y el euskera .

Ya comenzamos mal. No sabemos bien qué se quiere decir con eso de heredera de Vasconia, nombre muy indeterminado dado por los romanos, que ni de lejos quería decir que todos los habitantes del territorio de la futura Navarra fueran vascones, y que luego se repitió con una gran ignorancia de lo que fuera aquella prístina realidad. Pero sobre todo eso de reducir la Navarra vasquista a poner el acento en sus señas de identidad vascona (¿qué es eso?) y el euskera, o es una ingenuidad o una ocultación de lo que realmente la constituye.

La cosa merece un largo tratamiento, que dejo para otro lugar. Cuando el autor evoca   e invoca esa tercera identidad, la vasco-navarra, el sentimiento vasco – navarro de cierta unidad entre mediados del siglo XIX y mediados del siglo XX, que se empieza a quebrar con la Segunda República y la Guerra Civil, no da cuenta de un hecho capital: los éuskaros y hasta los nacionalistas vascos de la Comunión Nacionalista Vasca (1913-1930) no eran separatistas vascos. Seguían muy mayoritariamente el unionismo fuerista, todo lo crítico que se quiera, del maestro Arturo Campión, fuerista liberal, integrista y nacionalista vasco por etapas, supremacista geográfico e histórico donde los hubiera, pero no imitador del secesionista Arana Goiri; no defendían como principio fundamental el derecho de autodeterminación, que hace imposible todo Estado bien constituido, ni tenían como objetivo previo la integración de Navarra en la Euzkadi sabiniana, donde Navarra, dígase lo que se diga, se diluyera, se hundiera y se ahogara, con un solo Gobierno y Parlamento Vasco, cuatro Diputaciones y tres Juntas Generales más un Parlamento Navarro de pacotilla.
No sé si Ordoqui ha leído el libro de Antxustegi, El debate nacionalista. Sabino Arana Arana y sus herederos, y dentro de él el discurso de Eduardo Landeta Los errores del nacionalismo y sus remedios (1923).  De él di cuenta hace tiempo en DN. Ahí se explica muy bien la diferencia entre aquel nacionalismo, aquel vasquismo, y el que comenzó a ser tan distinto en la República y en la Guerra Civil. Me pasma, por otra parte, la poca importancia que se da a ETA –Luego llega la Transición, aparece ETA y se revuelve todo-  y a sus brazos políticos y sociales. ¿También la herencia vascona es parte nuclear de su identidad? ¿No tienen  otra?

Eso sí, hay un momento feliz en que el autor deja ver una realidad capital y decisiva, que no se dilucida demasiado en toda la entrevista, cuando defiende la premisa que del hecho de  defender la cultura y  la lengua vasca no sea en detrimento de su independencia institucional [la de Navarra]. ¡Acabaramos!

Si el valor de los valores políticos es la confianza, como parece sostener el bueno de Ordoqui, tamaña virtud solo se fía de/en una sólida realidad.

 

«La máquina del fango»

 

                                    Por muy director de ABC y de La Voz de Galicia que haya sido, el director del diario digital El Debate, Bieito Rubido, nunca debió decir en la tertulia política que el fin del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, va a ser más trágico, o que ha comprado los boletos para terminar su carrera política de la forma más trágica posible, porque la forma  más común de entender tales expresiones es  una muerte violenta.

Pero ni siquiera esa desafortunada y reprobable expresión justifica el que todo un ministro, el ministro valentón y fachendón de Obras Públicas, Oscar Puente, patrón de todos los que acusan de la derecha y la ultraderecha de ser máquinas de fango y de ser maestros del odio y la mentira, aproveche su ministerio para calificar al periodista de carcundia, fascismo puro y duro, matón de la derecha de toda la vida, no periodista y gente que apesta la tierra. Como se ve, ¡florecillas franciscanas de amor y de paz…! Lo cierto es que me cuesta recordar algún ministro en la historia de España tan procaz y execrador.

Al día siguiente, la concejal de MAS MADRID, aquella demócrata ejemplar que asaltó una de las capillas de la universidad de Madrid, al grito de ¡Arderéis como en el 36!, era expulsada de la sesión del ayuntamiento de Madrid por llamar nazis a los concejales de VOX. ¡Otro ejemplo de  moderación y de democracia! Difícilmente encontraremos entre los socios de Sánchez, incluido el mismo PSOE. un político que no llame fascistas a todos sus adversarios políticos, y de ahí para arriba. Los que tenemos una cierta experiencia política sabemos bien cómo nos han tratado, qué cosas no han dicho de nosotros los actuales socios preferentes de Sánchez en el actual Congreso y en el actual Gobierno durante tantos años.

Y ahora vienen, cubiertos de pieles de cordero, a predicar la verdadera democracia, haciendo gala de respeto y moderación, cruzados laicos contra el odio y la mentira. ¡A otros perros con esos huesos!

La parroquia, hoy

 

      José San José Prisco (Valladolid, 1966), Operario Diocesano y catedrático de Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Salamanca, acaba de publicar  el Manual para párrocos, en el que derecho canónico y acción pastoral caminan de la mano ayudando al día a día de la vida parroquial.

Cuando se le pregunta al autor sobre los cambios que hay que llevar a cabo para que la parroquia de hoy responda a la vocación misionera de la Iglesia, responde:

Creo que el reto más urgente para la parroquia, en una Iglesia inmersa en el camino sinodal, es que se convierta en el lugar donde se valoren y sean llamados a colaborar la multiplicidad de ministerios y carismas que hay e la comunidad. No se puede salir hacia las periferias, responder a la vocación misionera de la parroquia sin agentes implicados en esta tarea.

Sigo pensando que hasta que, si no en cada parroquia, pero sí en cada arciprestazgo o en cada zona pastoral en que se divida la diócesis, no se formen los grupos de laicos que puedan sustituir cada semana a los sacerdotes que no pueden llegar a todas partes, y no se confíe plenamente en ellos, sin tener que recurrir siempre y en lodo lugar al clérigo, no habremos dado un paso adelante en el camino de la desclericalización, de la que habla el papa Francisco, y mucho menos en el camino sinodal.