«Bergoglio, alias el Papa»

 

         Escribe Cayetana Álvarez de Toledo en el libro antes mencionado, recordando su célebre reacción ante los bufos Reyes Magos del primer año de la alcaldesa Carmena en Madrid:

A mí, la agnóstica hasta el advenimiento de Bergoglio, cuando me proclamé atea hasta nuevo aviso.

No me cabe en la cabeza que una persona tan inteligente y que cultiva el culto a la racionalidad pueda pasar del agnosticismo al ateísmo por el simple cambio de papa.

En otro momento rechaza con razón que para ser centrista haya que comulgar con los curas peneuvistas y el monje Junqueras. O alabar a Bergoglio, alias el Papa, ídolo de la dictadura venezolana.

Tampoco le cuadran mucho a una diva tan culta, de vida tan refinada y lujosa, bromas de mal gusto, de mal gusto no se sabe si pueril o senil.

Claro que algo se aclara , o se confunde todavía más, cuando en la página 180 leemos: Una chica agnóstica de mi generación, nacida en una familia heterodoxa, desde luego, con una madre soltera (…), pero yo sí bautizada, confirmada y casada de blanco en el Real Monasterio de Santa María de Pedralbes y con música de Händel y Bach. Una firme partidaria del intelectual Ratzinger frente al populista Bergoglio y de la misa en latín frente a la guitarrita vernácula.