(Alejandro Fernández Barrajón)
Bienaventurado quien no espera sentado en el ribazo del camino confiando en que la misericordia pase a su lado, sino que sale al encuentro de ella con los brazos abiertos y el corazón empapado de dicha…
Bienaventurados los que esperan sin ver, porque Dios se abre paso en ellos como un colirio que renueva y refresca sus pupilas…
Bienaventurados los que ya han encontrado la esperanza, que es Jesús, y se han sentado a sus pies para escuchar su palabra…
Bienaventurados los que no esperan solos, sino sintiendo cerca los suspiros de sus hermanos cansados de la las inclemencias del camino…
(…)
Bienaventurados los que no sirven a nada ni a nadie, sino a los pequeños donde habita la esperanza de Dios…
Bienaventurados los que esperan como María, cuando todo parece volverse oscuro y amenazante…
Bienaventurados los que esperan entre los que no esperan y quieren convencerte de que no hay nada que esperar…
Bienaventurados los que han hecho de su vida un Adviento de luz…..