Adieu tristesse. / Bonjour tristesse.
Así comienza el célebre poema de Paul Eluard. Y luego: Tu es inscrite dans les yeux que j´aime (Estás inscrita en los ojos que amo). Por eso, si está la tristeza tan íntimamente unida a unos ojos amados, ese rostro será muy bello. De ahí, el último verso del poema:
Tristesse, beau visage (Tristeza, hermoso rostro).