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La moción de censura (y II)

 

                                 El discurso de la secretaria general del PP, curtida de sobra en la oposición al Gobierno de Sánchez y que durante todos estos meses es la primera autoridad del `partido en el Congreso, ha defendido de manera moderada y positiva su oposición a la moción así como su abstención en el voto a la misma, y la apuesta por las próximas elecciones generales, con cierto aire triunfalista a tenor con algunas encuestas. El contrapunto lo ha puesto a continuación Patxi López, portavoz del PSOE, en un verdadero mitin electoral, el menos original de todos, reproducción en fragmentos de los de Sánchez del día anterior, pero el más aplaudido por sus compañeros de bancada. A mayores gritos, más aplausos de manos puestas e pie. Él, que definió a VOX y  al PP (ultraderecha y derecha) como la nada absoluta, y les acusó de odiar a todo el mundo, no solo a las mujeres, y de tener como enemigos a sus adversarios, se erigió como modelo de partido democrático y civilizado; ni siquiera calificó de extrema izquierda a sus socios actuales, y menos aún condenó la política de confrontación de todo su bloque, confundiéndolo todo, sin el mínimo intento de clarificación y mucho menos de autocrítica. Y sin responder  a una sola de las críticas del candidato.

Pobre candidato. Había olvidado que el Congreso de hoy no es como la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Se quejó después no solo del mucho tiempo de las intervenciones del Gobierno, no solo del tono mitinesco de muchas de las oraciones de los oradores, sino también de la poca o nula respuesta a las preguntas que él levantó. junto a la ucronía que suponía la letra y la música en torno a 1936. Pero se fue contento por haber suscitado alguna atención, y hasta agradecido por el buen trato recibido. Mejor así.

Porque ni siquiera en los tiempos venerables de la Transición, el Congreso se pareció mucho a la Academia de Ciencias Morales y Políticas.

La moción de censura en el Congreso (I)

 

 

                 Me gustan mucho los grandes debates parlamentarios. Sé bien lo mucho que cuesta eso. Los sigo, siempre que puedo, con el mayor interés y aprendo mucho de ellos.  En España hemos tenido y tenemos buenos oradores, y eso que se nos han ido hace poco dos grandes, que eran Rivera y Casado.

Ramón Tamames, presentado por el mejor Abascal, ha dado, en nombre de los políticos de la Transición, con serenidad y lucidez, una buena clase, no muy original, sobre el estado de la Nación. Y ha acertado quedándose ahí, que para eso, y solo para eso, se presentaba.

El presidente Sánchez le ha contestado con larguísimos discursos, escritos antes sobre el discurso de Tamames, filtrado días antes, abriendo con esta ocasión la campaña electoral, y sin contestar a un solo tema capital de los expuestos por el irregular candidato. Su repetido estribillo, copiado luego por todos los partidos de la mayoría presidencial, donde no encuentra ultraizquierda alguna, es que VOX y el PP (ultraderecha + derecha) son una misma facción: el mismo coco o lobo, que viene a espantar o devorar cualquier progreso en la política española. La mayoría de los socios lo confunden con el fascismo sin más. Pero, a la hora del litigio dialéctico, Sánchez aplastó a la vez a Tamames y  Abascal.

Con todo, su pesadísima intervención ha sido pronto postergada por otra, extensísima, de Yolanda Díaz, a quien el presidente ha dado, arriesgadamente, la investidura de candidata próxima (aunque siempre subordinada) a la presidencia del Gobierno de nuestro país. Díaz ha sido hoy la candidata como tal, la vedettte, la diva, con la tarea de sustituir a las feministas de PODEMOS a todos los efectos. Buena oradora también, y con estilo nuevo en la izquierda, sin dejar de ser sectaria, tiene todas las de ganar si encuentra quien la siga.

Falta el discurso de mañana de la secretaria del PP para cerrar el cuadro. Puesto que el PP ha sido el blanco de todos los ataques de toda la  izquierda.

 

 

Identidad europea

 

     ¿Qué es Europa? ¿Dónde empieza y dónde acaba? Espacio más que territorio, sin fronteras interiores, de geometría variable. ¿Todo Estado democrático y de derecho, que practique la democracia occidental es europeo?

La inspiración en la herencia cultural, espiritual y religiosa, de las que nacen los valores universales  que constituyen los derechos inviolables e inalienables de la persona humana. Los principios-valores: la dignidad humana, la libertad, la igualdad, el Estado de derecho…, que hacen la sociedad libre.  pluralista, no discriminatoria, tolerante, justa.

Tras los imperios romano y carolingio, creadores, quedan la Iglesia, el feudalismo, la corte regia, las ciudades, las órdenes religiosas, las universidades… Después, el Humanismo, el Renacimiento, la Reforma, las Luces… Queda la cultura europea,

La nación como cuadro de referencia para la mayoría de los europeos. Une nation composée de plusieurs (Montesquieu). Estados-naciónes (Inglaterra, Francia, España…), equivalentes a las Ciudades griegas junto al Imperio. Emulación y rivalidad.

Una identidad europea intermedia, entre la local y la global,, entre la dilución y el repliegue ensimismado, entre el cosmopolitismo desenfrenado y un aislamiento egoísta, cuando no xenófobo y estéril.

Según el Eurobarómetro, la cultura (28%), la historia (24%) y los deportes (22%) son los tres extremos más motivadores del sentimiento de Comunidad europea. Necesidad de una historia europea. El muro de Berlín y la ampliación de 2004. Los atentados yihadistas. Los nuevos imperios: USA y China.

¿Falta de elan vital, de confianza en sí misma, de ambición, de pasión?

¿Un proyecto de paz? ¿Un proyecto de poder?

Cuarto domingo de Cuaresma

 

Los ciegos ven…

Mc 8, 22-26; 10, 46-52; Jn 9, 1-47

 

Fue Jesús en barca hasta Betsaida,
aldea de pescadores, luego puerto de la ciudad romana,
reconstruida por el tetrarca Filipos.
Le presentaron un ciego a fin de curarle.
Jesús le sacó fuera del poblado
y, tras ponerle saliva en los ojos,
le impuso las manos y le preguntó directo:
¿Ves algo?
-Veo a los hombres como árboles que andan.
Volvió a ponerle las manos en los ojos 

y el ciego vio entonces de lejos con claridad todas las cosas.

(La saliva -Jesús le escupe directamente a los ojos-
y el modo de curar en dos momentos esta vez
les evoca a ciertos exégetas
los célebres relatos sanadores en el conocido santuario de Epidauro.
Ni Jesús ni el ciego dicen, ni antes ni después, una sola palabra.
Nadie muestra asombro y menos entusiasmo.
Además de un léxico distinto,
todo da a entender que se trata
de un núcleo histórico,
desarrollado luego por una lenta tradición oral
y escrito al fin por la mano y mente teológicas de Marcos).

***

Cuando subía Jesús de Jericó a Jerusalén
por la empinada calzada romana,
acompañado por sus discípulos y una grana muchedumbre,
estaba un mendigo ciego, Bertimeo, hijo de Timeo,
bien apostado en la vía para su oficio.

(Es la vez primera que el evangelista Marcos
cita el nombre de alguien curado por Jesús).

Y al paso del Maestro, el ciego empezó a gritar :
-¡Hijo de David, Jesús, te compasión de mí!
Algunos le increpaban, pero él volvía a gritar lo mismo.

(Es un título inédito en todos los relatos milagrosos de los cuatro Evangelios.
Probablemente, hacía alusión a Salomón,
el Hijo de David, con fama de gran sanador y exorcista).

Jesús le hizo llamar,
y Bartimeo, arrojando el manto, de un brinco  vino junto a él.
¿Qué quieres que te haga?
-Rabbuní (Maestro), ¡que vea!
-Vete, tu fe te ha salvado.
Y el ciego  recobró la vista,
y le siguió por el camino.

(Todo da a entender
que el hecho se remonta al histórico Jesús).

***

En el capítulo nueve del evangelio de Juan,
quizás durante la fiesta de los Tabernáculos,
Jesús encuentra a un ciego de nacimiento.
Hace un poco de barro con la saliva y unta con él sus ojos
y le manda ir a lavarse y  limpiarse a la piscina de Siloé.

A lo que sigue una áspera disputa del ciego y sus padres
con un furibundo grupo de fariseos
sobre el prodigio llevado a cabo

y sobre la infracción del precepto sabático.
El ciego, maltratado y arrojado por aquellos,
defiende a capa y espada
el signo, la señal, la obra buena de Jesús
como venida de Dios.
El Maestro encuentra después al ciego agradecido:
-¿Tú crees en el Hijo del Hombre?
-¿Y quién es, Señor, para que crea en él?
-Le has visto: el que habla contigo.
-¡Creo, Señor!

El teólogo Juan resumió así su mensaje:
Para un juicio he venido a este mundo,
para que los que no ven vean
y los que ven se vuelvan ciegos.

(Tal vez, en esta singular teología joánica,
un ciego de nacimiento simboliza mejor
una humanidad nacida en plena oscuridad,
necesitada de un rayo célico de luz).

(Todos los pormenores del rico relato
nos llevan a una histórica tradición primitiva).

 

 

Ateos y creyentes discuten sobre Dios

 

            Escribí hace unas semanas un artículo de divulgación para un diario regional sobre la serena y amigable polémica acerca de la existencia de Dios entre el teólogo alavés Jesús Martínez Gordo y el ingeniero vizcaíno Alejandro Sota, y se lo mandé, para que me lo revisara, a mi alumno en el Colegio del Puy de Estella, en aquellos años, Juan Arana, y después hasta su reciente jubilación, reconocido catedrático de filosofía y filósofo en la universidad de Sevilla, experto en estas lides. Tras darme, generoso, el pase, me envía unos  breves comentarios.

Por ejemplo, aunque ve a los españoles menos propensos que los anglosajones a exponer, a discutir y hasta a cambiar de opinión, le parece que ambos contendientes en este alto pleito pueden salir agradecidos, si salen avisados de que necesitan fundamentar mejor su fe propia o confortados  por acertar de hecho con los mejores argumentos.

Por otra parte. mientras muchos creyentes piensan que no es tan importante demostrar la existencia de Dios, pues lo que importa es alcanzar la fe, para lo cual no basta solo la razón, la mayor parte de los ateos se creen investidos de toda una batería de evidencias para echar por tierra a quien niegue su negación. pero les pierde esa misma confianza, porque les hace ser descuidados, repetitivos, nada originales y, sobre todo, poco respetuosos con la verdad de los hechos. Sin ir más lejos, su pretensión de que entre la religión cristiana y la ciencia moderna ha habido una oposición radical es un absoluto infundio.

Y lo dice quien ha coordinado una obra colectiva en cuatro volúmenes sobre las convicciones últimas de los más grandes científicos, de cuyas 2.000 páginas se desprende que una mayoría cualificada de ellos era creyente, y no precisamente de los más tibios (empezando por Galileo, cuya fe casi con seguridad era bastante mayor que la de papa que le hizo condenar).

Mujeres en Europa

 

               Durante la cruel pandemia del virus-19, tan desfavorable a la mujer en todo el mundo, y también después de ella. las mujeres de Afganistán, Irán o Turquía vieron redoblada su desgraciada situación como mujeres. Este último país abandonó, en junio de 2021 la Convención internacional de Estambul o Convenio del Consejo de Europa sobre la prevención y lucha contra la violencia y la violencia doméstica, firmada en 2011 en su propio país. En la llamada guerra de Ucrania, es decir, agresión por los ejércitos de Putín a la independencia de Ucrania, el 85% de las personas emigrantes, que huyen de la guerra y del hambre, son mujeres…

Sí, ya sabemos que que la situación de la mujer en la Unión Europea es mucho mejor que en los demás continentes. El art 21 de la Carta de los Derechos Fundamentales, de 1951, prohíbe toda clase de discriminación basada en el sexo Y el 23 garantiza  la paridad del hombre y la mujer en todos los terrenos, entre ellos, el empleo, trabajo y remuneración. En los diferentes Tratados europeos se recogen artículos que aplican tales principios jurídicos fundamentales.

Pero sabemos bien que las diferencias y las discriminaciones han pervivido durante mucho tiempo, aunque los números son muy distintos en los diversos países. En Letonia, por ejemplo, la discriminación llegaba el año 2020 al 23%, mientras, en cambio, en Luxemburgo alcanzaba apenas el 0´7%.

Una Directiva europea fue aprobada por el Parlamento Europeo en diciembre de 2022 sobre el principio de igualdad entre varones y mujeres en todos sectores y categorías. En el mundo empresarial, en el que todavía solo un 31 por ciento de los miembros de los Consejos de Administración son mujeres, es donde más podemos avanzar, La Directiva mentada estipula que, de hoy a a 2026, se llegue al  40%. Sin querer que nos sirva de consuelo, tengamos en cuenta en cuenta a la vez que, si nos comparamos con otros continentes, estamos muy por encima de la media: USA: 23%; China; 13%; Japón 8%.

Sin embargo, en el mundo político es donde más hemos progresado. Aunque solamente un 33 por ciento de mujeres ocupan presidencias de Gobierno en la Unión, el paso adelante ha sido enorme comparado con tiempos recientes. En la Comisión Europea actual, un 44% de sus miembros son mujeres, incluida su presidente. También una mujer ocupa la presidencia del Parlamento, y mujeres son las secretarias generales del Consejo Europeo y de la misma Comisión.

El papa «arrabalero» de Rubén Amón

 

                      Rubén Amón se ha especializado en denigrar al papa Francisco. arrabalero y peronista (En esto coincide con Federico). Hace unas semanas le dedicó toda una diatriba, al oírle decir que la homosexualidad no es un delito, pero sí un pecado.  Hoy vuelve a la carga -¿Y si el papa Francisco fuera un impostor?- con muchos más cargos; celibato, ordenación de mujeres…, pero ese punto sigue siendo primordial. Si en la clarificación de las finanzas vaticanas y en la condena de la pederastia intraeclesiástica le atribuye algún mérito, no ve tampoco suficientes  personas condenadas por ambos capítulos en la cuenta de resultados.

Total, que acaba diciendo que Francisco ha escenificado una política de gestos y de concesiones demagógicas, más propias de un cura arrabalero que de un pontífice máximo, a cuenta de la degradación de la liturgia y del estupor estético. Lo que le ha llevado al punto de desfigurar la Iglesia.

Pero no se queda Amón en esa nostalgia conservadora, de tinte reaccionario, sino que se irritas porque todavía se le llame el papa de los ateos, sin convertirlos; que se le atribuyan  proezas y revoluciones que no existen; y le cuesta trabajo comprender el entusiasmo que le muestra el Gobierno español y el del mundo de los progresistas, como los podemitas, Sanders y Maduro. ¡Curioso muestrario de progresistas!

Con este lenguaje elitista y pretencioso, con cierto tufillo a Mronsieur Homais, Rubén Amón demuestra tener en bien poco esos aspectos positivos en el pontificado del papa Francisco, que el mismo menciona pero no elogia, o incluso los rebota como neutros o negativos, especialmente la versión de toda una Iglesia hacia los pobres en todos los terrenos; la denuncia sin contemplaciones del capitalismo puro y duro, o toda una nueva doctrina, también teológica, sobre el ecologismo más prometedor. Valores que cualquier progresista, en el mejor sentido de la palabra, valora y valora grandemente, no sólo los progresistas que él  evalúa como canónicos.

¡Claro que para él, seguramente educado en el catolicismo más conservador, del que parece no renegar, a pesar de su predicado agnosticismo, no son cosas propias de un papa, sino de un cura arrabalero, populachero, poco ortodoxo, como piensan de él casi todos los llamados ultraderechistas católicos!

Tampoco ni como sombra de canonista, de teólogo o de simple historiador puede alardear nuestro maestro columnista o comentarista político, al que sigo hace mucho tiempo. Todos los temas intraeclesiásticos, los únicos que le son propios según el tradicionalista Amón -lo he repetido mil veces- no son cosa privativa del papa, sino de toda la Iglesia. En la Iglesia hay muchos pareceres, y ahora mismo, en varios foros, y pronto en el Sínodo Universal, son y van a ser debatidos. El papa hasta ahora, en estos diez años, además de repetir, eso sí, con un tono nuevo y nunca con simpleza, la doctrina tradicional en estos casos, que es la que vale hasta que no cambie, ha hecho todo lo posible por visibilizar las reformas más posibles y practicables -relevancia de muchas mujeres en cargos para ellas hasta ahora inéditos; institución del diaconado/diaconisado; alguna salida para divorciados…-, porque ciertas tradiciones que vienen desde la letra de la Biblia, de los anteriores concilios, de otras encíclicas, del magisterio ordinario de la Iglesia, ni él ni papa alguno puede, por su cuenta y riesgo, disponer como quisiera, como quisiera Amón y muchos millones de personas. Sólo un Concilio universal de toda la Iglesia, sin dejar de mirar a las otras Iglesias, podría  hacer posible ese sueño, ese ideal, esa mejoría, esa hipótesis -para muchos millones, esas aberraciones, esas herejías-, tras un serio adoctrinamiento sereno y constante, que desborda lustros, decenios y pontificados.

Ya conocíamos los insultos de arrabalero y peronista. Pero el de impostor –engañador, fingidor, suplantador- no pensaba nunca encontrarlo en un periódico como El Confidencial.

 

 

Europa, potencia militar ahora o nunca

 

        Durante las últimas semanas de febrero y marzo, el Consejo Europeo decidió imponer nuevas sanciones a la Rusia de Putin; denunció una vez más la guerra de agresión rusa contra Ucrania y reiteró pleno apoyo a la nación mártir; los líderes del G-7 se reunieron con el presidente ucranio Zelensky, y, sobre todo, llegó la condena de  Rusia (23 de febrero) por la Asamblea General de la ONU, pidiendo al país agresor la retirada inmediata, completa e incondicional de todas las fuerzas militares rusas, por 142 votos a favor, 7 en contra  (Rusia y sus satélites Bielorrusia, Eritrea, Mali, Nicaragua, Corea del Norte y Siria), y 32 abstenciones.

Que 32 Países se abstengan a estas alturas indica bien a las claras, unidos a los que votaron en contra,  qué grado de antidemocracia rige todavía en un  quinto de muestra primera institución política mundial.

Días claves para la Unión Europea. ¿Asumiremos la tremenda responsabilidad histórica que nos toca? ¿Tomaremos por fin en serio el deber supremo de nuestra defensa en común, iniciada desde la fundación de la Alianza Atlántica en 1949?

Cierto que la guerra de agresión a Ucrania nos ha hecho sonar todas las alarmas, cambiar por completo nuestra política de seguridad y defensa, gastar en favor de Ucrania 67 miliardos €, de ellos 12 para ayuda militar, hasta febrero de 2023, cifra inimaginable solo hace unos meses. Pero todo esto, que es mucho, acabaría siendo poco, si no tuviéramos un propósito serio y continuado de  una industria de defensa europea, y de una política común de seguridad y defensa, en coordinación con con USA y la OTAN,  a muchos años vista, que haga de la Unión Europea una potencia militar acorde con su envergadura política, económica y cultural. Si ahora, no. ¿cuándo?

¿Estaremos dispuestos por fin a crear esas forces en marche, de las que hablaba Antoine de Saint-Exupéry, a las que suelen seguir las verdaderas soluciones, en todo tipo de situaciones?

«Señor, ¡una limosna!»

         Me trae javier como regalo del autor el libro del escritor castellano Vicente Martínez Pérez, titulado En Hierro y en Palabras</ un libro muy original de poemas y de dibujos de esculturas en hierro, editado por la Colección feadulta.com, donde el autor tiene publicadas numerosas obras de carácter religioso. En verso medido o en verso libre, y, a veces, en forma mixta, VMP une una rica hondura religiosa con una variedad resonante de temas, una actualidad pungente y un fino sentido del humor, como en estos versos que, por su brevedad magistral elijo:

Los labradores, cuando yo era niño,
pendientes de la lluvia y la cosecha,
con el amanecer tendían su mano
suplicante al cielo:
-«Señor, ¡una limosna!».

Del Castejón en Falces a San Mauricio en Funes

 

                 Está una mañana preprimaveral, después de una quincena con temperaturas bajo cero, que han retrasado la floración, blanca y sonrosada, de los almendros, que nos acompañan hasta la entrada de Falces, que tiene antes de su entrada un polígono industrial y un feo silo de almacenamiento.

Atravesamos todo el barrio bajo, junto al río, llegamos al inmenso cementerio, con muchos cipreses, bajo una colina pinosa, y, equivocados, nos vamos, entre olivares bajos y viñas altas, hasta la cabaña de Arriazu, en término de El Común, ahora rehecha en forma piramidal. Almorzamos cerca contemplando la belleza sinfónica de la Sierrra, una serie armónica de quebradas y cabezos, que va desde el Alto del Chorro y llega hasta el mismísimo pueblo de Lerín, que hace de escarpe final occidental. Hacen un bonito juego con las dos espaldas montañosas, también simétricas, pero más breves que embellecen a Peralta.

Hemos ido demasiado lejos, pues el castro que buscamos, llamado Castejón, está más cerca del pueblo: un espolón de terraza encima del Arga, entre 322 y 332 metros de altitud, y algo más de 6.000 metros cuadrados de superficie. Lo identificamos pronto por el almendral florido, encima del primer foso, al poniente del poblado, y que un día fue probablemente el recinto exterior o económico del mismo. Bajamos primero, pasando por un estrecho congosto, barranco en días de lluvia, entre dos escarpes, hasta el río para verlo mejor. Y justo debajo del espolón hay una finca con 56 vacas, que ocupa también un cerro paralelo al castro, y hasta cuenta con una pequeña plaza de toros artificial. Tenemos la suerte de encontrar al dueño de la misma, que anda preparando una próxima capea de jóvenes y está contento porque este año van a correr sus vacas en el célebre encierro del Pilón. Pero de castros no sabe nada, ni siquiera el nombre del mismo, y al preguntarle sobre el castro La Atalaya, lo confunde con la Atalaya de Peralta.

Sabéis del pueblo más que yo.

Vueltos al almendral, subimos por un sendero angular de cabras hasta la cima, un rasillo semitriangular, poblado de sisallos y manzanillas, bien defendido por las pendientes naturales por todas partes, excepto por la parte O, donde se levantó la larga muralla, hoy convertida en un bien visible derrumbe de piedras y tierras, a varios metros encima del almendral. Aquí encontró Armendáriz  cerámicas celtibéricas, un fragmento de cerámica campaniense y un as ibérico de la ceca de Barscunes. El alcalde Jesús María Sanz consiguió que los dos espacios quedaran libres de cultivo. Solo queda el almendral, todavía parcialmente florido, pero abandonado y enmarañado con un espeso matorral de agavanzos o rosales de burro. El ocaso de este poblado celtibérico debió de ser violento, en la primera mitad del siglo I a.C., pues se encontró un cierto nivel ceniciento de incendio con grandes fragmentos de cerámica. Por fortuna, hace años se cerró la escombrera, que ocupaba la parte alta occidental del castro, aunque aún quedan algunos residuos debajo del primer foso.

Elegimos para el almuerzo un banco de piedra, en el extremo de uno de los muchos olivares nuevos, en espaldera, que bordean el río Arga, sobre el que revuela una banda de jilgueros. Un almendro nos da sus flores más que sombra, En el río nadan unos patos y de vez en cuando uno de ellos  remonta el vuelo y se aleja aguas abajo. También vemos dos cigüeñas, separadas, dentro del agua .

Por la tarde, tras tomar un café en la terraza del primer bar que encontramos a la entrada de la villa, pasamos al otro lado del Arga y por la carretera de Artajona nos acercamos al castro llamado La Atalaya, no lejos de la villa romana de los Villares. A sus pies, corre el barranco Palamura, prieto de carrizos. El cerro tiene toda la pinta de un castro. Es algo más alto que el anterior: 365-371 metros, y menos amplio (4.500 metros cuadrados). Pero muy anterior, tal vez desde el Bronce  o Hierro Antiguo. Un escarpe de piedra hace de muro natural al O y una muralla artificial de piedra y tierra lo resguarda al E. Aún quedan restos de una torre circular medieval, tal vez arábiga, que aprovechó materiales antiguos. Buen observatorio que domina los valles del Cidacos, del Arga y del Aragón. En el poblado se encontraron muchas cerámicas manufacturadas, molinos barquiformes y percutores en piedra.

Todavía tenemos tiempo para llegarnos hasta Funes, en busca del último castro de esta tarde. Pasamos el puente sobre el Arga y nos metemos en ese segundo Funes o Funes B, lleno de casas, calles, fábricas, naves, huertas, campos de labor. Preguntamos por el término de San Mauricio. Un paisano mayor nos remite a la próxima Cooperativa, pero preguntamos antes a una pareja de jubilados. No conocen el castro como tal, pero sí el nombre del término, que debe su nombre a una ermita antigua, que ni siquiera consta en el libro clásico de Ermitas de Navarra, y de la que ellos tampoco han oído hablar. Fue un poblado de Hierro Antiguo, montado sobre un tell, o montículo, a 280-84 metros de altitud y una superficie de 6.500 metros cuadrados, en plena llanura aluvial, donde nuestro amigo arqueólogo halló unas pocas cerámicas manufacturas y un molino barquiforme. Nuestro interlocutor funesino, por cierto, no aparece muy entusiasta con las famosas obras de cambio y reparación de las antiguas madres del río, únicas en España, que las tenemos muy cercanas, y que no acaban de terminar.  Les digo cómo el viejo poblado fue convertido en regadío en lo años sesenta, y me dice él que eso sí que no, que, si eso fuera, él se acordaría bien; que debió de ser antes. Nos indica la dirección: más cerca de Peralta. Pero damos vueltas y vueltas y no lo encontramos. El terreno, ovalado, fue allanado, pero aquí y a estas horas es tarea ardua identificarlo. Tal vez es ahora un habar o un campo de cebada.

Ya casi no se ven ni las flores de los almendros.