Archivo de la categoría: Sin categoría

El Vaticano y Rusia

 

          Hoy me entero de los continuos contactos entre el Vaticano y el Kremlin, así como entre Vaticano y el Patriarcado de Moscú en torno a la invasión de Ucrania y la guerra subsiguiente. Fue bien conocido el insólito gesto del papa Francisco de visitar la embajada rusa para pedir al Gobierno ruso detener las armas y entablar las pertinentes negociaciones, y después hemos conocido varios contactos diplomáticos anunciados. Pero más interesantes me parecen las noticias sobre contactos directos del papa con el patriarca ortodoxo de Moscú y entre altos dignatarios de las dos Curias. Sabiendo los fuertes vínculos, de los que traté un día, entre la Iglesia Ortodoxa Rusa y el Kremlin, si alguien puede influir en el presidente Putin es el patriarca Kirill.

Me parecen muy atinadas las palabras del secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, uno de los responsables vaticanos más implicados, hablando sobre el caso en una de sus entrevistas con la prensa : Se trata de dos pueblos marcados por un fuerte sentimiento religioso y de mayoría cristiana. Las Iglesias tienen una gran relevancia a nivel social y, por ende, también una gran influencia en la vida política. Su principal tarea debe ser la de apelar a la conciencia de todos, invitándoles a seguir el ejemplo y mensaje de Cristo, que es un mensaje de perdón, paz, amor y reconciliación. El Evangelio nos inspira a no atropellar la vida del prójimo, sino a dar  la propia vida por él…

Efectos de la invasión de Ucrania IV: El cambio de nuestras vidas

 

           Si comenzamos por tener en cuenta los cuatro millones, por ahora, de refugiados ucranianos en el resto de Europa, fácil es imaginar las mayúsculas consecuencias para la vida de todos los europeos que va a tener durante mucho tiempo la guerra del Kremlin contra Ucrania.

Por otra parte, las severas sanciones económicas y sociales impuestas a Rusia -hay quien calcula en 630.000 millones de dólares solo el bloqueo de las reservas rusas despositadas en Occidente, equivalentes al 40 por ciento de su PIB- tienen su cara y su envés. La resistencia de ciertos países europeos a rechazar el suministro ruso de gas y de petróleo, de los que depende su vida galante de naciones desarrolladas, es la estampa más  contradictoria de nuestra situación de europeos. Pero menos conocida es la subida de los precios del trigo y del maíz en toda Europa y en todo el mundo, ya que Ucrania aporta el 9% de las exportaciones mundiales de trigo (a España, el 17%), y el el 15% de las de maíz. Y si la situación de escasez y carestía de cereales preocupa seriamente a los ganadores españoles, no digamos las terribles  consecuencias para países pobres, africanos y asiáticos, dependientes de los cereales ucranianos y rusos.

Del impacto económico en nuestra propia economia española, hablan a todas horas nuestros medios informativos. Y basta repasar cada día, porque cada día son ma elevados, los precios del petróleo, el gas, la luz y los alimentos más elementales, que, a final del mes de marzo, han dejado nuestra inflación en un 9,8 %. No todo se debe a la invasión de Ucrania, pero esta ha aumentado y va a a seguir aumentando el desequilibrio. El doble efecto de la inflación -si es que no deviene en estanflación- redundará en una reduccion de recursos. La guerra, sobre todo si se prolonga en el espacio y en el tiempo, y si no va más allá de la guerra convencional, comportará sacrificios imprevistos para el conjunto de la Unión Europea, que se traducirán en un peor nivel de vida. La invasión de Ucrania cambiará nuestras vidas.  Las está cambiando ya.

Últimos aforismos

 

Un oportuno refrán clásico para muchos políticos de nuestro tiempo: Quien promete / lo que no puede cumplir / lejos está de ello / y no de mentir.

 

Cuando nos ponemos en cuclillas, imitamos a las gallinas cluecas.

 

¿Cuál  mayor venganza que poder haberse vengado? (Mateo Alemán en Guzmán de Alfarache). ¿Qué mayor libertad y señorío?

Contra las armas nucleares

         Varios premios Nobel de la Paz, encabezados por el Dalai Lama, han publicado un manifiesto contra la invasión por el Kremlin de Ucrania, a la que califican con los más severos epítetos, exigiendo a Rusia un alto el fuego inmediato, y sobre todo contra toda guerra nuclear. Pero van mucho más allá:

-Ha llegado la hora de prohibir y eliminar las armas nucleares. Es la única forma de asegurarnos de que los habitantes del planeta permanezcan seguros ante esta amenaza existencial. Es el fin o de las armas nucleares o el nuestro. Rechazamos la gobernanza a través de la imposición o las amenazas, y abogamos por el diálogo, la coexistencia y la justicia. Un mundo sin armas nucleares es necesario y posible, y vamos a construirlo juntos. Es urgente que le demos una opotunidad a la paz.

Sumo con entusiasmo mi nombre.

Por los tres castros de Pitillas

 

         Acompañados y guiados esta vez por Mari Carmen y Juan José, vecinos ilustres de Pitillas, nos plantamos ante el primer castro, que lleva el castizo nombre de La Zorrera, cortado por el ferrocarril en lado suroeste del foso. A un altura de 347 metros y con una extensión de 3.500 metros cuadrados, antecedido de un antecastro, el poblado de La Zorrera, casi en la muga con Murillo el Cuende y a 200 metros del Cidacos, pervivió todo el período del Hierro y continuó en tiempos romanos. Las cerámicas encontradas así lo demuestran. Es un castro pequeño, bien comunicado con los restantes del pueblo y de Murillete, ocupados hoy mayormente por los espartos, las aliagas y los tomillos. En los primeros siglos de nuestra era, el poblado se desplazó unos metros al Sur, donde es conocido, además, otro  próximo asentamiento romano.

De La Zorrera, en el límite meridional del campo de Pitillas, subimos hasta el castro de Juan García, lindante con la carretera de  Pitilas a  Beire  un poco más alto (373 m) que el anterior y un poco más extenso (5000 metros cuadrados). Los restos encontrados, cerámicas y molinos, nos indican que fue habitado en el período del Hierro y en los siglos I y II de nuestra Era. La roturación constante del terreno y los trabajos de la concentración parcelaria no han dejado en él rastros protohistóricos y hasta han borrado los dos bancales visibles en las fotografías aéreas de 1956. Hoy lo rodea un campo de cereal. Al subir y bajar nos entretenemos en los dos poblados visitados con las primeras flores primaverales: verónicas, margaritas, dientes de león, ziapes o mostazas negras, astrágalos, orquídeas abejas negras, rúculas (eruca sativa)…

Y del castro Juan García arribamos al tercer castro, más conocido, de Santo Domingo, bien visible desde lejos. Santo Domingo, en Sabasán, es un lugar sacro y totémico de Pitillas. Como recuerda el panel en la cima del cerro, de 402 metros de altura y 9. 750 metros cuadrados, este lugar fue castro celtíbero en el milenio antes de Cristo; luego asentamiento romano, cerca de donde se encontró el miliario de Constantino, desaparecido despues; tuvo una torre defensiva de señales en el medievo y más tarde una ermita devocional, hasta que se levantó la actual en 1713,  a donde el pueblo pitillense peregina en romería a primeros de mayo, en la que participé una vez, invitado por el alcalde.

El recinto superior protohistórico, o acrópolis, tenía una muralla de piedra arenisca, visible hoy en alguna de sus partes, y un segundo recinto, más bajo, al sur, otra de un metro, más visible todavía. Hasta estos dos recintos no llegaron los pinos de repoblación, con los que la Diputación Foral, como en  tantos otros sitios, abancaló el cerro desde los pies, cerro que, por otra parte, venía sufriendo las alteraciones antrópicas desde hacía siglos. También aquí se encontaron abundantes cerámicas y molinos de mano de todas las etapas mencionadas. A 500 metros corre entre un espeso carrizal el barranco del Pozo del Pastor. Bello panorama dede aquí del Valle del Cidacos, con la oscura y larga sierra de Ujué al nordeste. Tras la colina pinosa de Altarrasa sacan la  cabecita Rada la vieja y la torre de Santacara. Rebrilla cerca de nosotros la plácida  lámina invernal de la Laguna, otro emblema y a la vez tesoro de la villa, a donde no ha llegado aún la primavera.

En una de las mesas de piedra del primer recinto probamos, al sol tibio y al cierzo suave de marzo, las primeras delicias culinarias, que tendrán su delicioso y confortador complemento en la casa de Mari Carmen y Juan José, dentro y fuera de su patio botánico, pero la intimidad, sal y refrigerador de experiencias humanas, no me permite concretar.

Todavía la tarde nos deja un rato para acercarnos a la Laguna y ver de cerca dos grandes cisnes, que hunden sus largos cuellos en el agua y parecen minúsculos submarinos blancos de maniobras en la superficie. Nos llegamos luego, una vez más, hasta la ciudad romana de Cara en Santacara. Vuelvo a lamentar la cercanía del cementerio de maquinaria agrícola (¿alguien lo habá confundido con arados romanos?) y un cierto descuido del lugar. Subimos a la escalera de madera y vemos qué pequeña es la excavación  comparada con lo que queda por excavar en y bajo el cerro o montecillo de San Pedro. Desgraciadamente buena parte de los restos del oppidum prerromano, que podría llegar hasta el siglo VI a. C., pereció bajo las obras del Colegio Público y del Polideportivo anejo. Nos quedan patentes como consuelo, en primera línea, los bloques de piedra arenisca careada, de 3 y cuatro metros de anchura, que formaban una de sus murallas  No sólo los descubrimientos romanos fueron aquí espectaculares, sino también los correspondientes a la Edad del Hierro, incluido un monetario ibérico.

Para colmo, vemos con asombro desde aqui en una de las paredes del Polideportivo  -¡en Santacara y a estas alturas de la historia!- dos grandes letreros de GORA ETA con letras rojas. Cerca, otro descerebrado escribió en el muro alto: Esto es España. ¿Pero todavía hay ayuntamientos que no hacen borrar  estas loquerías?

Recuperación del Camino Francés de Santiago en Bargota, Mañeru

 

        Vengo de Bargota (Ibargoiti), valle alto, de allí donde veiamos durante años un rodal de piedras esparcidas que llamábamos del Convento, del que solo sabíamos que era un viejo convento en medio del Camino de Santiago, que pasaba también por Mañeru. Las veía más de cerca cuando íbamos por uva (garnacha) a nuestra viña en la cuesta de Bargota, como aconsejaba Virgilio en las Geórgicas, o cuando acompañaba a mi madre a traer la ropa recién lavada en el río Arga, cuando la sequía dejaba sin agua el lavadero y obligaba a las mujeres a bajar  pie hasta el río por un camino tortuoso. Hoy, todo el espaldón de Aitzpea, talud cortado por la corriente fluvial, está ocupado por espesos pinares de repoblación, cubriendo los antiguos y fértiles terrenos de los viñedos, y el Camino, nuevo y viejo, colonizado y desbordado por las retamas.

La villa de Mañeru perteneció al señorío del hospital de San Juan. Los vasallos y collazos de mi pueblo le pagaron pechas al menos desde 1290, y mucho antes, hasta 1555, año en el que nos independizamos por 800 ducados entregados al convento del Crucifijo de Puente la Reina. Era la encomienda de San Juan de Jerusalén, que contaba con un hospital o enfermería, una iglesia y otras dependencias, en las que también hubo una escuela. A comienzos del XV, entró en decadencia y la Orden se trasladó a Puente la Reina (1441). El conjunto se convirtió, poco a poco, en cantera para la construcción del monasterio de la Santísima Trinidad en ese lugar. En 1776,  abandonados por completo los edificios de Bargota y convertidos en refugios de malandantes y hasta de bandoleros, fueron dinamitados por la autoridad. Todavía, en los noventa del siglo pasado, viniendo un día de Mañeru, a donde invité a María Ángeles Mezquíriz para que hiciera una prospección de la Cueva de los Moros (s. XII), al pasar junto a las ruinas de Bargota y ver cómo se estaban llevando los sillares más aparentes, hizo poner un indicador de  monumento histórico, en orden a  evitar un mayor deterioro.

Después de varios años de campañas de excavaciones en los terrenos del viejo hospital y de las dependencias aledañas por el Gabinete Trama, hoy celebrábamos oficialmente la recuperación del Camino de Santiago en este tramo, con la ayuda económica de la  empresa Autovía del Camino -que cambió en su día buena parte del entorno-, condición sine qua non para que tenga sentido la costosa intervención arqueológica del sitio. Estaban allí representantes de la Autovía, de Trama, y de los ayuntamientos de Puente la Reina y de Mañeru. La arqueóloga Marcedes Unzu nos ha ido explicando pormenorizadamente el estado de las excavaciones. Tras un vivo diálogo sobre el Camino y los caminos  entre los numerosos miembros de varias Asociaciones de Amigos, la catedrática de historia de la Universidad de Navarra, Julia Pavón, ha hecho una breve y clara síntesis de la encomienda  de Bargota dentro de la Orden de San Juan en Navarra, y, por voluntad de Juan Ramón Corpas, coordinador del proyecto y ausente por enfermedad, he dicho unas breves palabras sobre  la relación de Mañeru -el Manerium romano- con el hospital de Bargota y de Puente, y he  terminado recitando esta decima espinela, que compuse en los años ochenta y que canta las excelencias del Camino:

Viejo Camino de Fe
de la Europa peregrina.
Guía segura y doctrina
de la Cristiandad a pie.
Contigo voy y no sé
de dónde vienes rezando
y a dónde vuelves cantando
con tu concha y tu bordón.
Camino del corazón,
lo tuyo es ir caminando.

  La celebración, alegre y festival, ha terminado con la pintura simbólica, por parte del presidente los Amigos del Camino de Santiago en Navarra, de una flecha amarilla en medio de la vía que sube de Puente la Reina a Mañeru y señala el viejo tramo que pasa junto a las venerables ruinas del hospital.

 

Cuarto Domingo de Cuaresma

 

              Lc 15, 11-32

                       Resulta que para asombro de muchos, y de mí mismo, los mejores exégetas bíblicos de nuestro tiempo, después de muchos años de estudio y de disputas entre ellos, han concluido que una de las parábolas más bellas de los Evangelios, la llamada del Hijo Pródigo, con elementos de la comedia grecorromana, es una unidad tradicional inventada por Lucas, maestro, predicador y dirigente de una o más comunidades cristianas primitivas; es obra de Lucas, escrita en estilo totalmente lucano (vocabulario, sintaxis, mensaje  teológico…). Tal vez una reelaboración de otra parábola tradicional, como la de Mt 21, 28-32 (Los dos hijos).

Lo mismo podremos decir de otras muchas parábolas de Marcos, Mateo y Lucas, ya que los exégetas actuales tan solo dan como atribuibles con certeza al Jesús histórico cuatro de ellas: el grano de mostaza, los viñadores perversos, la gran cena y los talentos / minas.

Lo que me deja en una situación de cierto desasosiego. Porque, aunque la parábola del Hijo Pródigo, que es el evangelio de este cuarto domingo de Cuaresma, la parábola del perdón de Dios y de su  preferencia por los alejados y arrepentidos, sigue siendo tan bella y evangélica como antes, yo me he propuesto, a lo largo de estos años escribir sobre la vida del Jesús histórico -hechos y dichos-, hasta donde es posible, renunciando de antemano a toda imposible biografía, pero resaltando y actualizando lo poco que sabemos de él.

La «Real Politik»

 

      Decía el otro día  ex presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que toda auténtica política es Real Politik, y lo que no es Real Politik no es política. Cuando leemos u oímos este sintagma alemán, podemos entenderlo  simplemene como política pragmática, o, un poco más allá como política basada en circunstancias o factores dados, en lugar de  ideologias o premisas éticas y morales.

El canciller alemán Otto Von Bismarck acuñó el término buscando un método para equilibrar el poder entre los imperios europeos, al servicio de la paz y para detener la carrera aramentística. Pero esa RP fue abandonada a comienzos del siglo XX y se practicó la Weltpolitik (política mundial),  que acabó en la Primera Guerra Mundial

Maquiavelo, como es bien sabido, sostenía, recogiendo doctrinas muy antiguas, que el príncipe debe buscar ante todo obtener y retener el poder, considerando inútil cualquier dimensión ética o religiosa. El gobernante debe aprender a uttilizae el mal para lograr el bien (el fin justifica los medios) por medio de intrigas y engaños para no caer en los de sus enemigos. Lección que aprendió bien el cardenal francés Richelieu en la Guerra de los Treinta Años.

La política realista no suele tener escrúpulos para prescindir de algunos principios y valores a fin de conseguir ciertos objetivos importantes. Todo depende de qué principios y valores se prescinde y de qué objetivos importantes se trata. A quienes reprueban esta Real Politik suele tachárseles de fundamentaiistas. De nuevo habrá que ver qué fundamentos sostienen y qué objetivos importantes están dispuestos a abandonar.

La invasión y guerra de Ucrania Y la nueva política del presidenrte Sánchez sobre el Sáhara Occidental  nos traen nuevos argumentos para el  viejo e interminable debate.

Una ministra nefasta

 

         ¿Qué hace una ministra, como la de Transportes, en el Gobierno del Reino de España, que es capaz de insultar, llamando ultraderechistas, es decir no demócratas, a 800.000 pequeños transportistas autónomos, que organizan un paro por las muy precarias, a veces extremas, condiciones en las que viven y trabajan; que declara a los medios que no los quiere recibir; que los recibe, pasados diez días, cuando no tiene otro remedio, pero solo para informarles de lo que ha pactado con las organizaciones patronales del sector, y no para negociar con ellos? ¿A quien le va a extrañar que no les convenza?

¿Qué clase de ultraarrogancia es esa? ¿Qué clase de supremacía?

¿Cómo puede seguir siendo ministra -es decir, servidora- una ultrafuncionaria del Gobierno?

¿Qué plan de convivencia?

 

                   Cuando el PSOE defiende la tradición democrática y española, lo hace con todas las de la ley, con la Constitución en la mano, su historia secular, su nombe de pila, y hasta con la bandera y el himno, si hace falta. Cuando se trata de justificar y legitimar alianzas con fuerzas que tienen poco o nada de español y a veces poco o nada de democrático, todo es hablar y hablar de diálogo, tolerancia, diversidad, diferencia,  transversalidad…, pero sin fundamento seguro donde apoyar toda esa palabrería.

Es el caso también del Gobierno cuatripartito -o pentapartito en ocasiones, cuando es menester BILDU- que sufrimos en Navarra. No puede menos, para resistir y hasta existir, de legitimar y justificar a cada paso el co-gobierno con partidos autodeterministas -todos ellos-, confederalistas y hasta separatistas, herederos de la banda asessina ETA. Naturalmente que con ellos se puede arreglar carreteras, gestionar los servicios sociales , ampliar un colegio y abrir una clínica abortiva, pongo por caso. Pero el marco de la política general no cambia. Y cuando se proyecta todo un Plan de Convivencia, donde se cruzan los principios, los valores, la moral, las costumbres… y la memoria reciente, en nuestro caso, de cuarenta años de terrorismo etarra, que puso en jaque la vida total de los habitantes de Navarra, ya no sabemos qué quiere decir diferencia, diversidad o transversalidad. Y, por eso, a cada paso saltan las aporías.

No tengo la menor duda de la buena fe de algunos de los redactores del Plan. Dudo de la buena fe de otros. Y estoy seguro de que no han faltado quienes pusieron el proyecto, las ideas y el teclado de sus pantallas al servicio de la legitimación y propaganda del Gobierno Frankenstein -¡parece mentira que no les avergüence que fuera su líder, Rubalcaba, el autor de tal ingenio!- en punto tan delicado como el de la convivencia. Y, naturalmente, la contradicción capital ha saltado desde su base y ha implosionado el proyecto, quedando solos como defensores los partidos autores y beneficiarios del mismo.

Porque no solo las divergencias son irreductibles en lo que toca a las víctimas del  terrorismo y al terrorismo mismo, es decir a la memoria propincua de nuestra Comunidad, sino al presente de esa memoria, al mismo concepto y praxis de la democracia, de la libertad, de la justicia…, valores sin los cuales no hay democracia. Para no hablar de la política lingüística, de la educación en valores, de las políticas preferentes de desarrollo, de la defensa y seguridad… Y así podriamos seguir, sin hablar del marco general de la convivencia, que es el marco constitucional y el marco europeo.

Oh, qué Plan tan admirable para un País utópico, tan diferente del nuestro…