Manuel Álvarez Ortega (Córdoba, 1923 – Madrid, 2014) fue, como es sabido, un poeta y pintor admirable. Traductor de poetas del siglo XX francés: Saint-Johj Perse, La Tour du Pin, Apollinaire, Segalen, Eluard, Milosz… Maestro de su tiempo: La huella de las cosas, Clamor de todo espacio, Exilio, Invención de la muerte, Código, Ceniza son los días… Le recuerdo con este poema del su primer libro que leí.
Lejos de todo lo humano
That was the song / the song for me
Wordswortth
Junto al rumoroso río, como ese álamo añoso, mi descanso
quisiera tener, estar ahí en el tiempo, lejos de todo humano,
oyendo antiguas canciones, rumor de aguas y de brisas, sintiendo
la sombra del verano inclinar sus verdes hojas sobre mi ceniza.
Alguna clara tarde, mientras sueña el ángelus y el ocaso declina,
quisiera que hasta mí llegaran las alegres muchachas de la aldea
y pensaran que estoy allí, bajo sus leves pies, sin forma ni huella
visible, sombra acaso, mezclada a la tierra, siendo tierra misma.
Como un arroyo que bordeara un remanso de dolientes flores
sería el puro pensamiento de sus cabezas; después quedaría un aura
vagando en torno a mí, gimiendo levemente, sin dejar eco.
Esa sería la oración tan sólo, el único canto para mí.