Me puse a escribir en septiembre una historia sobre clericalismo-anticlericalismo en los tres primeros años de la Segunda República y, al comenzar a escribir una breve introducción, me di cuenta, dada mi extrema ignorancia y la supuesta de otros muchos, que había que comenzar por hacer una más larga introducciòn al clericalismo-anticlericalismo, al eclesialismo-antieclesialismo desde Nerón al siglo XX. ¿Qué fue antes? ¿Quién comenzó el primero? El poder judaico, herodiano y romano acabaron con Jesús de Nazaret y quisieron acabar con su comunidad de seguidores. Cuando la Iglesia participó del poder o tuvo algún poder persiguió a los que fueron sus perseguidores o podían serlo o pensó que lo eran. Termino, estos días, esta apasionante introducción. Una historia es imposible todavía, porque faltan muchos estudios de base.Y, además, nadie se anima a prepararla con un buen equipo interdisciplinar. Y ¡atención!: no sólo hay anticlericalismo, sino clericalismo a la vez, y viceversa. No sólo antieclesialismo, sino eclesialismo también, y viceversa. Con muy diferentes historias, con muy diferentes justificaciones y responsabilidades.