Cumpliré hoy, a las once y pico de la mañana -«durante la misa mayor» de mi pueblo, aquel 1 de enero de 1936- 79 años. Cumplo los años ya pasados. Pero tengo (por delante), en cambio, muchos menos de vida; sólo unos pocos, si es que llego a eso. Son años, meses, semanas o días por cumplir. Días, semanas, meses o años futuros, que son los que voy a vivir. Día, pues, grande, como para todos el suyo, en el que medito sobre todo acerca de lo que me queda por vivir, es decir: por expiar, por corregir, por mejorar, por completar, por perdonar y por agradecer. Cumpleaños feliz.