Mt 1 y 2; Lc 1 y 2
I
Cayo Octavio, Octaviano,
CésarAugusto, el vencedor,
sobrino nieto y heredero
de Julio César, el paternal dictador.
Augustus: majestuoso,
Sébastos: el digno de veneración.
Divus: divino.
Dei genus: Dios.
Hijo del Dios Apolo,
y hasta Dios de Dios.
Dominus:
el solo Señor
del Imperio Romano
–tu regere imperio populos, Romane , memento-.
Pater Patriae: Padre de la Patria.
Restaurador
del orden en el mundo.
Fundador
de la nueva Edad de Oro
–aurea condet saecula–
Benefactor et Salvator:
Benefactor y Salvador
del mundo entero.
Honor
único, intransferible
don
de Neptuno y de Marte,
dioses del mar y de la guerra,
como en la ciudad votiva de Nicópolis
reza la inscripción.
Descendiente de Eneas, hijo de Venus,
que impuso la paz al mundo todo
por la inicua justicia del terror
–pacique imponere morem,
parcere subjectis et debellare superbos–
por la violenta victoria de las armas,
la obediencia y la sumisión.
(Ordena Júpiter a su alado Mercurio que recuerde a Eneas
que para eso le liberó su madre, las diosa más hermosa,
de las armas enemigas:
Para destinarle a gobernar Italia, que imperios lleva en su seno
y prorrumpe en bramidos de guerra
–gravidam imperiis belloque frementem-,
y someter el orbe entero a su ley
–ac totum sub lege mitteret orbem-)*
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* Eneida IV, 222-231