Decálogo del joven socialista

Lo publicaba, en febrero de 1934, la revista de las Juventudes Socialistas, Renovación, e indica bien cuál era la situación política y cultural de entonces. Además del uniforme, saludo, modos de formación, etc., rezaba o cantaba el artículo 4º: … Manifestarse militarmente, para  que todas nuestras actuaciones lleven por definición una atmósfera de miedo y de respeto.  Art. 5º:  Cada joven socialista en el momento de la acción debe considerarse el ombligo del mundo y obrar como si de él y solamente de él dependiese la victoria. Art. 7º: Hay que acostumbrarse a pensar que en los momentos revolucionarios la democracia interna es un estorbo. El jefe superior debe ser ciegamente obedecido como asimismo el jefe de cada grupo. Art. 8º:  La única idea del joven socialista grabada en su cerebro es que el socialismo solamente puede imponerse por la violencia, y que aquel compañero que propague lo contrario, que tenga todavia sueños democráticos, sea alto, sea bajo, no pasa de ser un traidor, consciente o inconscientemente. Art. 10º: Y sobre todo esto: armarse. Como sea, donde sea «y por los  procedimientos que sean». Armarse. Consignas: ármate tú, y al concluir, arma si puedes al vecino, mientras haces todo lo posible por desarmar al enemigo.