Día de los Desagravios en Estíbaliz

 

         La primera vez que por casualidad acudimos, el 1 de Mayo, al santuario de Estíbaliz -monumento histórico-artístico desde 1931-, que ya conocíamos, nos vimos sorprendidos por la festiva romería ambiente, con una ingente cantidad de personas y de coches. La basílica donde se celebraba la misa estaba cerrada, para no perturbar la celebración, y no había manera de encontrar un sitio apacible ni en el  amplio cerro, donde se extendía la feria de productos locales, ni a la sombra de los pinares aledaños. Leimos en una de las cartelas el título de la fiesta de los Desagravios, y decidimos enterarnos bien de la cosa y volver con la lección aprendida. Pero no nos volvimos antes de recorrer la bella  exposición permanente  del Centro de interpretación del Románico en Álava.

Situado cerca de la localidad de Argandoña, perteneciente al ayuntamiento de Vitoria, el santuario de Estíbaliz data del siglo XI. El año 1138 fue cedido a los monjes benedictinos de Nájera, que lo conservaron hasta 1431, cuando se vendió a Fernán Pérez de Ayala, hijo del canciller del rey Enrique IV de Castilla, don Pedro López de Ayala. Desaparecida la comunidad monacal, uno de los Ayala donó en el siglo XVII terrenos y edificios al Hospital de Santiago, de Vitoria,  que los cedió al ayuntamiento de la capital con la condición de su adecuada restauración. El 1 de mayo de 1923, coronó a la Virgen el obispo de la diócesis, Eijo y Garay, y en 1941, fue proclamada Patrona de Álava.

Aunque la fiesta propia de Nuestra Señora de Estíbaliz es el 12 de septiembre, si bien suele celebrarse el segundo domingo de septiembre, se celebra también desde siempre en el lugar, el 1 de mayo, el día del mercado comarcal y el  Día de los desagravios, privilegio concedido por el rey Sancho el Mayor de Navarra, para que durante la misa y delante de Nuestra Señora de Estíbaliz resolvieran pacíficamente los vecinos sus disputas y contiendas y se reconciliaran entre sí. So pena, en caso de no llegar a avenirse, de tener que resolver el agravio, a la salida de misa, por medio del combate dual a primera sangre , es decir, que quien antes hería quedaba victorioso. ¡Y adiós al privilegio hasta el 1 de mayo siguiente!

Si ya los agravios no se resuelven asi y se dejan bien para la esfera privada bien para la justicia pública, sí se ha conservado y renovado el mercado y la fiesta adjunta. Desde 2018, la Fundación Alava Medieval, la pequeña Comunidad Benedictina y la omnipresente Fundación Vital organizan por todo lo alto una Feria de los Desagraios de Estíbaliz en torno a un despliegue de puestos de cerveza artesana, aceite de Oliva Virgen, cosmética natural, txakolí alavés, artesanía varia, fresas de Álava, pastel vasco, librerías…, con un variado calendario, desde las nueve de la mañana, de misa cantada y de signos; concurso al aire libre, exposición y premio de pintura; concurso de patata alavesa; exhibición de deportes populares castizos; campeonato de bolas, masculinas y femeninas, y de bailes sueltos y aurreskus-… Mientras las gentes se derraman durante toda la jornada por el cerro y sus encinares, y en las faldas bajo los pinos, para despachar sus condumios.

La mayoría de devotos o de  turistas curiosos llega en coche. Pero no faltan los que se vienen andando desde los pueblos cercanos, y desde la ciudad,  partiendo de Esmalterías, y pasando por  Puente Alto – Otazu – Abesrasturi  y Andullo. Una grata y llana caminata de nueve kilómetros.