Diálogos con la Historia (IV b)

 

Raza e Historia (y II)

                   Los defensores a ultranza de la raza aria, y de los germanos dentro de ella, se olvidaron de que las antiguas culturas de Egipto, Grecia y Roma fueron resultado de la oportunidad geográfica y del desarrollo económico y político más que de la constitución racial, científicamente inconsistente. Grecia tomó sus artes y sus letras de Asia menor, Creta, Fenicia y Egipto. Roma debe mucho a la cultura probablemente asiática de Etruria y a las ciudades griega del sur de Italia. De Roma surgió la civilización de Europa occidental y de Europa la de toda América. De tala manera que podemos decir en resumen que el sur crea las civilizaciones, y el norte las conquista. las arruina, las copia y las difunde.

Las condiciones geográficas y climáticas son mucho más determinantes que las las llamadas cualidades raciales -meras variedades-,  que no existen separadas de aquellas.  Y la mezcla de variedades étnicas dan como resultado nuevos tipos, nuevos pueblos, una nueva civilización: fisonomía, carácter, lengua, literatura religión, arte… nuevos. Celtas, romanos, anglos, sajones, jutos y normandos, fusionados, formaron el inglés, Inglaterra y todo lo que en la historia de la humanidad significa. Los pueblos antiguos de Iberia y de Hispania: celtas, íberos, vascones, godos, suevos, vándalo, árabes… dieron como fruto el español, España y todo lo que en la historia del mundo significa y representa.

Todavía  la llamada civilización de Estados Unidos  de América se encuentra en fase de mezcla étnica. Y algo parecido podríamos decir de Australia, y menos de Canadá. Al paso que vamos, la mezcla puede ser tan grande en Europa, que podría hacernos cambiar no poco. No sabemos si para mejor, como hasta ahora ha ido sucediendo a través de los tiempos, o para peor, si la mezcla se hiciera sin la debida integración y proporción, que hacen posible y segura la fusión necesaria.