Domingo Primero de Adviento

 

Velad todos

(Mc 13, 33-37;Mt 24, 42; Lc 12, 35-38)

Tras el largo discurso escatológico de Marcos,
el primer evangelista nos deja dichos -logia– de Jesús:
Estad atentos y vigilad, pues no sabéis
cuándo será el momento.
Y pone el ejemplo de un hombre que se ausenta,

reparte a cada uno de sus siervos el trabajo
y ordena al portero que vele:
no sea que vuelva en cualquiera de las cuatro vigilias de la noche
y los encuentre dormidos.

Lucas tal vez reelabora los versículos de Marcos.
Aquí el señor se va a una boda
y quiere que a su vuelta, cuando llame,
le abran en seguida.
Si ese es el caso, está dispuesto
a serviles él mismo la cena.

La conclusión siempre es la misma:
-Estad también vosotros preparados,
pues, cuando menos lo penséis,
vendrá el Hijo del Hombre.