¿Dónde está, niño mío,
niño de perlas,
lo que dicen y cantan de ti
los poetas?
¿Los quesos y requesones,
los corderos, la manteca,
la leche, la miel, las tortas,
las mantas y las envueltas?
¿Dónde el rabel y el pandero,
y dónde las panderetas,
dónde el canto de los ángeles,
dónde la luz y la estrella?
¿Dónde el oro y los regalos
que los Magos te trajeran?
¿Dónde la gente devota
que a adorarte se viniera?
Yo no veo en el portal
más que una ruda pobreza.
Te veo pequeño y débil
sobre las pajas molestas.
Veo a José muy nervioso
y a tu madre muy inquieta.
¿Dónde está, niño mío,
niño de perlas,
lo que dicen y cantan de ti
los poetas?