No he oído hoy muchas cosas nuevas, o tal vez ninguna importante, a uno u a otro en esta actuación de los cuatro (¡no a cuatro!). Tampoco es fácil decir ya alguna novedad. He oído el constante golpear de los batanes propagandísticos de la campaña electoral de los cuatro candidatos, aunque ya no me conturba como a Don Quijote y Sancho su ruido infernal. No tanto esta vez. En el fondo, son cuatro mítines, buenos mítines. Los cuatro son buenos oradores y sobre todo buenos dialécticos. Con sus pizcas o sus veras de demagogia, como en toda política representativa (de representación). Por cierto, ¡no he oído a ninguno de ellos felicitar a la Selección española, ni alegrarse patrióticamente de su triunfo -¡patriotismo popular!-, esta tarde de 13 de junio, por 1-0, frente a la Selección de la República Checa!