Hasta la prensa amiga se ha olvidado de aquel 28-O en Navarra. Sus responsables son lo suficientemente jóvenes como para no poder calibrar el significado que tuvo en nuestra vida política.
En Navarra, como en toda España, el partido benemérito, pero de aluvión, que gobernó la Transición, la Unión de Centro Democrático, había llegado a un extremo de fraccionamiento y debilidad, sobre todo tras el golpe de Estado de 24 de febrero de 1981, y fue relevado por el segundo partido, el Partido Socialista Obrero Español. En Navarra, UCD ganó ampliamente las elecciones de 1977 -tres diputado y senadores- y repitió la hazaña el 1 de marzo de 1979, a pesar de que en esta ocasión eL PSOE navarro había cambiado su rumbo euskadiano. Pero la UCD navarra estaba más rota aún que en el conjunto de España, lo que propició que el pequeño partido socialista navarro, refundado en mayo de 1974, ocupara su lugar el 28 de cotubre de 1982, con tres diputdos y tres senadores -¡con 112.000 votos en las dos listas!-, cifra nunca alcanzada después por ningún partido, con muchos más habitantes y votantes.
Lo que significó la victoria de Felipe Gonzalez con el POE en toda España es por todos conocido, y hasta por el mundo entero. En Navarra fue el paso previo para que el futuro PSN-PSOE, fundado en junio de 1982, llegara al poder foral desde 1984 hasta el año 1991, tras superar varios meses de filibusterismo. Su declive llegaría, un poco antes que en el resto de España, pero también por la corrupción, sustitudo esta vez por la Unión del Pueblo Navarrro (UPN), el tercer partido de la Transición, fundado en 1979, que regiría el Gobierno foral desde 1991 hasta 20015.
Afortunadamente – y este fue el mejor fruto de nuestra Transición-, los tres partidos navarros, los tres recientes en su nueva composición, se habían puesto de acuerdo, pese a sus diferencias, entre los años 1979 y 1982. para preparar, negociar con el Gobierno de la Nación, y aprobar la ley orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra, base jurídico-política de nuestra Comunidad Foral y Democrática.