–El humor, el buen humor, está por encima del optimismo y del pesimismo, actitudes excesivas, porque nace de la realidad, que no puede ser ni optimista ni pesimista, ni siquiera buena o mala, sino que está esperando que seamos nosotros lo que pechemos con ella, para poder llamarnos buenos o malos.
–Sin igualdad esencial entre los hombres no hay verdadera libertad humana.-
– No es verdad que todas las personas sean iguales ante la ley. Lo son todas de por sí, pero su diferente función social y las consecuencias derivadas de ella las hacen, se quiera o no, desiguales, no esencialmente desiguales.