Con el sugerente título ¿Y si Francisco fuera un impostor?, ecribió ayer en EP su comentarista de cabecera Rubén Amón un delicioso artículo, que aparentemente puede pasar por verosímil. Y es el caso de que a la vista de muchos, el telepredicador Francisco habría cambiado todo sin haber cambiado nada: divorciados, homosexuales, mujeres en la Iglesia, normativa del aborto, anticonceptivos… A lo más, insinuaciones y cosmética. Papa canchero y colega,, cercano a Cristo y alejado de Dios, habría sacrificado el primado para sentarse en el banco de la felifgresía. Figura opuesta a la reina Isabel II, en el boato y en los rituales, habría dejado de ser sobrenatural, como ella, pero a la vez habría llegado a ser canonizado en vida, incluso por ateos y agnósticos, con solo una revolución de las formas y una catarsis de las apariencias. Un fenómeno que algunos llamana ya papulismo. Papa de Podemos, de Maduro y de Kirchner…; en fin, un buen hombre, al que hemos convertido en santo, porque la impostora aqui es la sociedad. – Esta bella estampa literaria, humorada y genial, con mucho de verdad, puede, sin embargo, corregirse en puntos esenciales, si recordamos que el papa Francisco, profundamente religioso de una religiosiddad tradicional, ha revolucionado la Iglesia con el nuevo paradigma de la Misericordia, que transforma radicalmente todas y cada una de las partes del conjunto dogmático y moral de la Iglesia Católica, a la vez que va poniendo las bases de futuros cambios concretos de todo tipo, en ámbitos, v.g., como la familia (incluidos separados y divorciados), con la ya polémica constitución Amoris laetitia (La alegría del amor) tras el último Sínodo; o en el ámbito del futuro de la mujer en la Iglesia, con la institución del diaconado femenino, un paso decisivo, si llega a puerto, etc., etc. Por otra parte, ya lo he escrito otras veces, el papa no puede hacer por su cuenta y riesgo lo que sólo un Concilio puede hacer, pero sí puede prepararlo, sobre todo con sus obras y sus palabras, lo más próximas posibles a las de Jesús de Nazaret.