Mc 2, 18-20 + ( Mt 9, 14-15; Lc 5, 33-35)
Algunos preguntaron a Jesús:
-¿Porqué,
mientras los discípulos de Juan
ayunan,
tus discípulos no lo hacen?
Jesús, que en un tiempo
fue discípulo de Juan,
les contesta a la manera rabínica,
contrapreguntando a la vez:
¿Acaso pueden
ayunar
los invitados a la boda,
mientras el novio está con ellos?
Tampoco los judíos devotos ayunaban
los días alegres de la historia de Israel.
Jesús es el novio,
que invita cada día a sus discípulos
al banquete nupcial de su reino,
que él mismo anuncia, porta y revela.
Los llamados a la boda de Dios con su pueblo,
tiempo singular de salvación,
no pueden ayunar ni hcer duelo o penitencia
rompiendo la alegría incontenible
del esposo feliz.
No pueden ayunar
mientras tengan con ellos al novio.