El patrono de Navarra

La hermosa y concurrida iglesia de los jesuitas -Santa María la  Mayor-, la del viejo Colegio Maayor en Alcalá de Henares, hoy convertido en facultad de Derecho, en cuyos muros exteriores se recuerdan los grandes juristas españoles, desde Alfonso X a Tomás y Valiente, es un buen sitio para celebrar al Patrono de Navarra y de las Misiones católicas, el jesuita san Francisco de Javier. Pero, esta mañana fresca y soleada, prefiero la capilla del viejo hospital de Antezana, fundado en 1483 por Luis de Antezana. Su función hospitalaria siempre se ha conservado hasta hoy, convertido ahora en una residencia de ancianos. Su bello patio popular, de estilo mudéjar, es lugar de visita obligada. en la ciudad complutense. Según la tradición, en este hospital trabajó como cirujano sangrador don Rodrigo de Cervantes, padre de Miguel. Lo sí cierto es que aquí trabajó y vivió, en suma pobreza y dedicado al servicio de los enfermos más pobres y abandonados, como fue costumbre en los primeros jesuitas, Ignacio de Loyola, padre y maestro entrañable de Francisco de Javier, que desde su entrega total a Dios y hasta el fin de su vida, imitó siempre a su maestro allí donde estuviera. Ejemplo aleccionador en el día de su fiesta, en el día de Navarra.