El PP de Galicia, con Núñez Feijóo ha ganado las elecciones de calle y el PNV de Urkullu ha tenido una holgada mayoría relativa que lo confirma en su presidencia. Y es que al presidente popular gallego le votan muchos simpatizantes del deteriorado Partido Socialista de Galicia y del nuevo partido Ciudadanos, mientras que al dirigente peneuvista le votan ya desde hace tiempo muchos ciudadanos cercanos al PP y al PSE/PSOE. Se trata, pues, de dos políticos que desbordan a sus propios partidos, que convencen a muchos ciudadanos por su buen gobierno, y son garantia de estabilidad y de progreso en su territorio. Las elecciones en las dos Comunidades Autónomas han supuesto, por otra parte, la derrota fulminante de los socialistas, que en Galicia han conseguido no más que siete mayorías relativas en pequeños municipios y en Euskadi tan sólo en el antiguo feudo de Lasarte-Oria, con una pírrica mayoría del 28 por ciento. Tamaña derrota ha sido la puntilla del derrocamiento de Pedro Sánchez.