Tecla, beata, virgo Christi,
fue una cristiana tarraconense,
virgen consagrada, que, a los 72 años, mereció la Patria,
y que in pace requiescit Dei.
Un corazón inciso en el mármol la acompaña.
Martoria murió a los 4 años
in noce –en flor-,
a la que sus padres, junto al signo del crismón,
le desean que viva con los santos del cielo
–vivas cum beatos-.
Calistrate , fidelissima, de la que no sabemos más,
vive también hace ya muchos siglos,
como le desearon los suyos
–vives in deo domino-.
Hoy, devoto, os visito en esta necrópolis de Tarragona,
junto a otros muchos cristianos sepultados aquí,
en este camposanto de paz de los primeros siglos,
el mejor conservado del mundo.
Precursores de la Iglesia en la Hispania cristiana,
salve!
Dios os salvó y os hizo nuestros maestros en la fe.
Hoy celebro en esta vuestra ciudad el nacimiento de Jesús,
que hace casi veinte siglos, celebráis en el reino de Dios.
Alegraros de que vuestra vida y vuestra muerte,
martirial en muchos casos,
no fue, ni mucho menos, infecunda.