Hace ya muchos años que me acerqué un poco de prisa al castro de Murugain (no confundirlo con el de Garinoain, Cirauqui y varios más), porque fue la primera figura de castro celtibérico con que me encontré, y tenía muchas ganas de verlo y recorrerlo despacio y con tiento. El castro, el más icónico y modélico de Navarra, se halla encima del lugar, oficialmente llamado Muruarte de Reta, pero que ern su origen fue, como debía seguir siendo, Muru Artederreta (el muro, la muralla, el fortin de las buenas o bellas encinas) . Muruarte de Reta es hoy concejo del ayuntamiento de Tiebas-Muruarte de Reta, constituido en 1943, ya que antes las dos entidades pertenecían al Valle de Elorz. El breve caserío se derrama, holgadamente, por la ladera, última estribación del Murugain, al sur y al sureste de la iglesia medieval de San Esteban, con un buen retablo mayor romanista.
Hace esta tarde de medio septiembre un viento que pela y despela y desde el pueblo subimos, contra el cierzo, penosamente, hasta la cima. Al monte lo aterrazaron en la cumbre sus pobladores de la Edad del Hierro y lo modelaron con seis fosos-bancales envolventes, superpuestos en disposición helicoidal y en zig-zag, que es cosas de ver. El último nivel termina en el pinar que está junto a la iglesia. Algunos de estos fosos-bancales todavía se cultivan hoy, pero ya no la explanada superior, de unos 8. 800 m.cuadrados, donde seguramente estuvo el poblado. Lo estudió a finales del siglo pasado el equipo de Amparo Castiella, y encontró ´en él muchas cerámicas celtibéricas y romanas del Alto Imperio, junto a molinos de mano, propios de una sociedad agrícola cerealista. Probablemente los viejos pobladores se asentaron en la Alta Edad Media donde hoy está el pueblo, que en un principio habría sido el recinto auxiliar del castro.
La terraza superior, suavemente inclinada de norte a sur y en una leve depresión para evitar el cierzazo, está llena de hierbas altas y algunos cardos. Creemos ver en un hoyo murado un antiguo aljibe. El agua la tenían los primitivos habitantes de este asentamiento en varios arroyos vecinos que confluyen en el Errekaldea (cerca del río) y en el próximo río Robo, que nace en el sureste de la sierra del Perdón. Murugain es un montecillo de 633 metros, con buen dominio sobre toda la Cuenca de Pamplona, con buenas vistas hasta los Pirineos, el Moncayo, la sierra de la Demanda y Andía-Urbasa. Pero el cierzo no nos deja mucho sosiego para mirar. La estructura defensiva ha desaparecido por completo. Aqui, como en todas partes, la cantera de la Edad del Hierro surtió muchos elementos útiles para la iglesia y las casas del pueblo de la Edad Media y Moderna. El reciente Depósito de aguas, en la parte occidental del cerro, ocupa el último bancal del poblado en ese flanco.
Entre Muruarte y Tiebas existía la Venta de Campanas (Hoy, Campanas, el pueblo sin pueblo, como lo llamé un día), con una pequeña basílica dedicada a San Nicolás de Bari y un hospital, con su correspondiente cofradía, al servicio de los peregrinos a Santiago. En plena crisis del oidium, la plaga de la vid en España, los hermanos labortanos Mihura levantaron cerca de la Venta la Sociedad Mercantil Vinícola, que fue la primera gran productora y comercializadora de vinos y licores en Navarra. Tras muchos cambios en la propiedad, hoy es parte de Bodegas Manzanos, de Azagra. La vieja chimenea sigue siendo uno de los atractivos del lugar. En torno a ella fueron añadiéndose viviendas y servicios varios. El territorio de la actual Campanas se reparten jurisdicionalmente los dos Concejos citados.