La decisión de Tribunal Constitucional de dar vía libre a la candidatura encabezada por Alfonso Sastre, y ahora jaleada, acompañada y potenciada por Otegi, no significa, por mucho que se empeñe EP, un equilibrio de poderes, ni debilita para nada los criterios nacionalistas, que seguirán siendo los mismos en la próxima ocasión. Porque esa candidatura, contra lo que dice el TC, sí es un instrumento de quienes hacen de la violencia terrorista su medida actuante natural. Si los magistrados no han visto su dependencia de ETA, ya están viendo su dependencia directa de Batasuna, que es, según sentencia del Supremo, parte de ETA. Claro que es verdaderamente duro coincidir siempre con el poder ejecutivo en la lucha contra el terrorismo. Es tal vez más duro aún no distinguir entre el terrrorismo marxista leninista independentista de ETA y la ideología de la extrema izquierda marxista-leninista-stalinista en España, como la misma historia nos demuestra ¿Quién financia y potencia esa candidatura? ¿Quién va a votarla? Lobo con piel de cordero, la califica un diario nacional: se queda corto. Lo ocurrido con la mitad de las listas de ANV, entonces por intereses electoralistas de un partido español, se repite ahora a escala europea, por razones jurídico-políticas. Lo que faltaba para la irrisión jurídico-política española, de la que es pieza clave el TC. La mayoría de la nación, queriendo arrojar a ETA y los suyos de ayuntamientos y parlamentos, y el TC haciendo lo posible para que ocupe un escaño en el Parlamento de Bruselas y Estrasburgo.