Goldstein

 

                Tal vez sea demasiado comparar al Emmanuel Goldstein -encarnación del Mal- en la novela  (y la película) 1984, ficción distópica de George Orwell (1947-1948), con el UPN (Unión del Pueblo Navarro) de Pamplona y de Navarra de 2023, encarnación también de todo el mal político: bloqueo, parálisis, desorden, caos, impotencia, abusos, autoritarismo, intolerancia, vascofobia… Lo que, naturalmente, da justificado pie a sus adversarios, en este caso enemigos, de Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo Navarra, perdedores durante 37 años de las elecciones municipales en Pamplona ante UPN, para arrebatarle por fin, todos juntos, la alcaldía por medio de una pérfida moción de censura. Moción cocinada en el mayor de los secretos entre el partido separatista vasco, heredero de ETA Batasuna, y el partido socialista de Navarra, que fundamos en junio de 1982 para todo menos para fechorías como esta.

Pero si esa comparación es quizás, como digo, excesiva, no me parece tanto encontrar cierta similitud entre el acuerdo programático que fundamenta esa moción de censura y algunos de los  productos de aquel losco Ministerio de la Verdad, con aquellas tétricos laboratorios de información, manipulación, adoctrinamiento y propaganda, que tenía entre otras misiones ir confeccionando el Diccionario oficial, según los intereses cambiantes del Partido Interior, a las órdenes del Gran Hermano. 

Porque la prosa redactada por BILDU y el PSN, poco tiene que ver con el lenguaje y los conceptos hasta ahora, o casi hasta ahora, utilizados por los socialistas navarros. Se diría que la oficina siniestra que lo ha redactado ha ido bildunizando, apartado por apartado, y párrafo por párrafo, la prosa habitual del anterior PSN, partido español y constitucionalista, para, con todos los lugares comunes arrastrados desde todas las falsas progresías del mundo, ponerlo al servicio del partido separatista, que, por cierto, va devorando poco a poco al PSN en muchos de los municipios que antes le fueron fieles en Navarra.