Aunque todavía no haga mucho calor y aunque no estén tan cerca los Sanfermines -algunos de los motivos de la suspensión estival del cuaderno de bitácora-, las recientes elecciones municipales y autonómicas y la convocatoria de las próximas generales son razones más que suficientes.
No quiero ni repetirme ni empequeñecerme. Ya he escrito, estos últimos días, tal vez demasiado acerca de realidades y cuestiones políticas. La vida es mucho más rica y variada que todo eso. Y, sobre todo, aquí y ahora, no quiero, vencido por la presión de las circum-stancias, embarrarme en medio de esa moral cívica hegemónica, hoy a ras de suelo y a veces en el mismo subsuelo.