Cuando veamos a personas individuales o en grupos vivir intensamente, a veces ostentosamente, su identidad personal, política, social…, preguntémonos contra quién o quiénes la están viviendo así. A menudo la viven contra alguien o contra algunos; en oposición a la identidad, la personalidad, la ideología de otros; para atacarlos directamente o indirectamente, o para defenderse de ellos con el mismo ímpetu. No saben ser ellos mismo, con ellos mismos, en ellos mismos, para ellos mismos, o, extensivamente, para otros. Su identidad propia, débil, inmadura o inexistente, es una contra-identidad. Las declaraciones de las personas públicas más recogidas en los medios de información son siempre aquéllas dirigidas contra enemigos o adversarios. Los aplauosos más nutridos son siempre para aquellas expresiones de los oradores que dan leña a alguien, se meten con alguien, arremeten contra alguien, no dejan títere (alguien) con cabeza. Contra-hombres. Anti-patriotas. Ciudadanos del no o Ciudada-noes.