¿Inteligencias superiores?

 

            El físico nacionalizado norteamericano, Andrei Linde (Moscú,1948), catedrático de la universidad de Stanford,  es, como todo el mundo sabe, uno de los padres de la teoría de la inflación cósmica (la rápida expansión del universo hasta hoy, 13.800 millones después de su creación), confirmada recientemente por haberse detectado las ondas gravitatorias generadas instantes después de la creación de ese universo. En una de sus recientes entrevistas, le preguntan a Linde,  y se pregunta él mismo,  por la existencia de un creador divino: ¿Quieres decir un ser superior? Bueno, puede ser. ¿Fuerzas en el universo? Claro, sí hay fuerzas. ¿Inteligencias superiores? ¿Por qué no? Si te refieres a que no sea un dios, sino algo más… normal. Puede ser. Cuando se dice que el universo fue creado por Dios sólo para que nosotros pudiéramos vivir en él, la primera pega ¿es por qué se preocuparía Dios de un tipo concreto de mono? Está claro que Linde no fue a la catequesis ortodoxa de su ciudad en aquellos años de espeso ateísmo soviético. Y claro también  está que su concepción del hombre no parece digna de la capacidad de su talento. Por otra parte, su pensamiento no parece muy distante del de Einstein, judío nacido alemán y nacionalizado también norteamericano, para quien Dios en quien creía no era un Dios personal, sino una Inteligencia suprema. Pero ¿qué entendería el genio judío por personal? ¿Acaso algo parecido a las personas que somos nosotros?