Cuando voy a escribir hoy la entrega diaria en mi cuaderno de bitácora, todos los medios informativos, nacionales y locales, se llenan con noticias y fotos de las trágicas inundaciones en media Navarra y sobre todo en Pamplona. Acostumbrado a visitar, todos los inviernos, la crecida de los ríos como fenómeno climático y estético, me siento inútil e impotente para hablar de los desastres actuales, con pérdida de una vida y varios casos de extremo peligro humano, amén de las tremendas pérdidas de todo género.
Luego me acercaré a ver las consecuencias visibles de esta catástrofe. Y me callo en recuerdo y homenaje de tantos paisanos que sufrieron tanto ayer, han dormido mal o no han dormido, y hoy seguirán sufriendo.