Jóvenes iberoamericanos ante la religión

 

                              Son datos, algunos muy amargos, del reciene Informe: Jóvenes Iberoamericanos, presentado en Madrid, llevado a cabo por el Observatorio de la Juventud en Iberoamérica, promovido por la Fundación SM, basado en 13.000 entrevistas. De entre 17 valores más importantes de la vida, la educación alcanza la primera posición, seguida de la salud, la familia, los amigos, siendo el penúltimo la política, con un 54%, y el último la religión, con un 23%.

La religión es muy importante para un 11% de estos jóvenes; bastante importante para un 12%; poco para un 25%, y nada para un 48%.

Cuando se les pregunta en qué instituciones confían más, las fuerzas armadas y la policía se llevan la primacía, con un 58%, seguidas del sistema educativo, el sistema judicial y los sindicatos, siendo las últimas los gobiernos, los congresos de los diputados, las iglesias y organizaciones religiosas (17%) y los partidos políticos (13%).

 En lo que toca a España, el 40% de los jóvenes encuestados aqui, entre los 15 y 29 años, se confiesa creyente, y de ellos, el 32% se identifica como católico.

Un sociólogo experto en este tipo de estudios, Juan María González-Anleo, dice no sorprenderse ante esos nuevos datos: La incultura religiosa lleva un crecimiento exponencial. No son una ni dos personas las que no saben cuántas Vírgernes existen, o si a  quien se mata en Semana Santa es quien nace en Navidad, etc. Según él, España se halla en su tercera ola de secularización desde 2015, pero  también en el límite de catolicos practicantes que se pueden perder. Para Ariana Perez Coutado, otra de las redactoras del Informe, todo esto no quiere decir que la generación Z haya dejado de ser espiritual: Simplemente están viviendo su espiritualidd al margen de la Iglesia, como si estuvieran  formando una religión a la carta.