Jueces conservadores y progresistas

Estemos de acuerdo o no con el procedimiento actual para la elección de los jueces del Tribunal Constitucional y del Tribunal Supremo, y sean cuales sean nuestras propuestas para el futuro, no creo que haya actitud más perjudicial y deletérea para los jueces, los tribunales, y hasta para la justicia y la democracia españolas que estar motejando cada día, como hacen no pocos medios informativos, a unos jueces de conservadores (i.e., del PP) y a otros de progresistas (i.e., del PSOE y de los partidos «nacionalistas»). ¿Qué se consigue con eso? Desacreditar a la justicia en España más de lo que ya está. Tener siempre no ya un pretexto sino una razón-sinrazón para negar probidad y autoridad a cualquier sentencia, auto, providencia o actuación judicial, cualquiera que sea (y no sólo en el caso del Estatuto de Cataluña): porque unas veces será obra del Gobierno o del «nacionalismo» y otras de la oposición. En unas ocasiones estará teñida de rojo, y en otras de azul. Tal mayoría dejará de tener valor, por ser efecto del laicismo o del anticonstitucionalismo disolvente, o por serlo de la reacción y del españolismo casposo. Y cosas por el estilo. Así es imposible forjar una Nación propia del siglo XXI y un Estado coherente y cohesionador, cuando por todos los medios se quiere tenerlos subordinados y sometidos a los intereses particulares, cortoplacistas y agresivos de los partidos políticos y de sus «medios» favoritos, tan ciegos e irresponsables, demasiadas veces, como aquéllos. Cuando no más.