Avaaz, esa red global de campañas de 20 millones de personas, está seriamente empeñada en proteger la vida de muchos preciados animales, amenazados más que nunca por el hombre. Contra la caza furtiva de elefantes, leones o tiburones, promueve ahora campañas de alto impacto, sobre todo ahora en Asia; está presente en las principales cumbres sobre el tema, con gran posibilidad de influencia sobre los líderes mundiales; presiona a legisladores de países clave contra el comercio ilegal y salvaje, que a su vez financia a menudo a terroristas y guerrilleros; avergüenza públicamente a funcionarios y políticos corruptos en anuncios contundentes que recorren el planeta. E intenta en estos momentos ganar la batalla legal para detener el comercio de huesos de león en Sudáfrica y de marfil en Tailandia.- Me sumo a la campaña con entusiasmo. Sólo dudo de que la cifra que da en su último mensaje, tomada de la ONU, sea exacta. ¿Es posible que cada 24 horas se extingan hasta 200 especies de plantas, insectos, pájaros y mamíferos? ¿Tantos millones hay de todo eso? Sólo el número de insectos, de los que sé tan poco, me alimenta la duda; fuera de eso, no puedo creerlo.