Se me escapan los motivos por los que el rector de la Complutense se empeñó en declarar, frente a su Junta de Gobierno, a la presidente del Gobierno de la Comunidad de Madrid alumna ilustre de la Universidad, en este año electoral, y no el año pasado o el año que viene.
Por otra parte, que lo merezca no me cabe duda alguna. Presidir la Comunidad de Madrid, sea quien sea el alumno o alumna, es motivo y más que suficiente.
Que tal honor a una política de partido, que arrasó en las elecciones de hace dos años, iba a concitar una oposición cerrada por parte de la oposición política y de buena parte de los alumnos era algo descontado.
Pero el intento de escrache y los repetidos insultos salvajes -¡fascista, cucaracha y hasta asesina!- a la salida y entrada de Díaz Ayuso al paraninfo, nos trasladan a los peores días de esta Universidad, antimodelo de respeto, civilidad y democracia demasiadas veces, y cuna de algunos de los políticos podemitas más nefastos para la política española.
También algunos gritos de los simpatizantes y amigos de la presidente, como ¡Fuera los comunistas de la Universidad!, parejos al habitual dirigido a los fascistas, entran de lleno en la misma censura.
Tan censurable, o más, como esos hechos indignos de universitarios y de demócratas es el aplauso a los mismos de políticos y periodistas, comenzando por el mismo ministro de Universidades, un podemita más, y el silencio de la prensa gubernamental, incapaz de la más elemental profesionalidad y moralidad en casos como este.
Ya sé que a la singular y bien dotada Isabel Díaz Ayuso, avezada a tamañas turbulencias, no le va a temblar el pulso, pero haría bien ella misma, siguiendo el ejemplo de su secretario general, en moderar a veces sus excesivos y apasionados ímpetus retóricos e ideológicos, que pueden encender sus correspondientes réplicas, en una permanente confrontación, que daña demasiado la actual política española.
Por lo demás, la supongo satisfecha de que esos jayanes y jayanas de su Universidad, que ya han pasado a la historia de la infamia, le hayan hecho,, antes de tiempo, la mitad de su campaña electoral de mayo.