Por si nos faltara algo en el ruedo del mal llamado nacionalismo periférico español, ahora, tras el congreso de Coalición Canaria, coalición coaligable con todo aquél que le eche una mano, tenemos, como no podía ser menos, la canariedad, el hecho diferencial canario, una región estratégica del Atlántico, alejada de Europa y a medio camino entre África y América, una identidad nacional canaria, un partido constituido para la construcción democrática de la nación canaria, que quiere espacios de autogobierno similares a los conseguidos por Irlanda (otra isla, claro), que no renuncia a nuevas vías de relación bilateral entre Canarias y el Estado desde una futura reforma de la Constitución y el Estatuto de Autonomía. Y unos nacionalistas canarios que quieren… (leámoslo bien) que España se convierta en una confederación de estados (sin comillas esta vez). Pero luego van y… no excluyen soluciones de corte federal. ¿En qué quedamos, señores redactores de LD, que, después de haber escrito eso de la confederación, titulan la noticia así: «Coalición Canaria apuesta por «una solución de corte federal» para España? ¿Quiénes son los que confunden confederación con federación, confederalismo con federalismo? ¿Políticos o periodistas? ¿No es ya bastante con tener otra nación como Irlanda dentro de casa, una canariedad, y un sentir, actuar y expresarse de forma diferente? Pero, señores congresistas, ¿es que hay alguien en el mundo que no se distinga de todos los demás por su sentir, actuar y expresarse de forma diferente? ¿Hasta dónde llegará entre nosotros la epidemia del complejo contagioso de inferioridad-diferencialidad?